A Cerro le faltó todo en el primer tiempo. Se perdió en el juego que planteó su rival, el de cortar mucho, de cerrar los espacios, a lo que se agregó que el Ciclón no estuvo punzante, de medio­campo para arriba. Ni Iturbe, ni Derlis Rodríguez marcaron la diferencia y con Fernández y Da Costa perdió presión en la salida de su rival, que se sintió cómodo en el campo de juego.

El cuadro de Manolo Jiménez tampoco tuvo el respaldo de sus laterales, con León y Alan bien contenidos por los volantes tapones que mandó poner Arrúa para neutralizar esa vir­tud azulgrana.

Apenas una acción neta de peli­gro fue la que tuvo Cerro tras un despiste defensivo, que Iturbe no pudo concluir de buena forma, al ceder un pase erróneo.

El segundo tiempo cambió totalmente porque de entrada Manolo mandó a la cancha a Cecilio Domínguez, quien volvió luego de tres meses y debutó en el Clausura. Ade­más del otro extremo recu­rrió a Gabriel Aguayo para ganar profundidad. Rápida­mente cumplió su cometido y el Ciclón tuvo otro aire.

Fueron minutos de predomi­nio azulgrana, que arañó el gol con una intervención de Fer­nando Fernández, que Samu­dio logró sacar al córner. Pero de ese tiro de esquina se vino el tanto azulgrana. Cecilio cen­tró y Da Costa se elevó más que todos para meter el cabezazo que dejó sin chances a Samudio.

Cerro increíblemente se quedó y con el ingreso de Román y prin­cipalmente Milton Maciel, Tri­nidense comenzó a pisar dife­rente el campo azulgrana. Y justamente en un tiro libre de Maciel llegó al empate. El cen­tro pasado lo conectó David Villalba para decretar el empate.

Cerro ya fue incapaz de cam­biar el rumbo del partido y nuevamente cede dos puntos valiosos.

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