Con una entrega enco­miable de todos, la selección paraguaya le ganó a Brasil 1-0 y cierra un combo casi perfecto. Este triunfo del equipo de Gus­tavo Alfaro se sustentó sobre la base del orden táctico, de la garra impresionante que pusieron los jugadores y de saber golpear en el momento justo para llevarse un mere­cido triunfo que ilusiona.

La paciencia fue arte de este equipo, porque aguantó el asedio y el toque inicial de Brasil, que tuvo la posesión de la pelota pero sin hacer daño.

Pero cuando Paraguay comenzó a salir ya produjo la primera emoción fuerte en Sajonia. Tras un intento de Enciso, Alderete tomó un rebote y extendió el pase para Alonso, que metió un centro al medio. Pitta peleó con los centrales que despeja­ron a medias la pelota, esta le llegó a Diego Gómez, que tras enganchar de derecha, metió el terrible remate con el exte­rior del pie para vencer a Alis­son y decretar un tremendo golazo, que hizo explotar de júbilo el Defensores.

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Brasil reaccionó con un ata­que profundo de Vinicius, que ganó con una falta sobre Cáceres, no advertida por Matonte, y cedió al medio para el remate de Guilherme Arana, que fue salvado sobre la línea de gol por Alonso.

Paraguay tuvo otras aproxi­maciones, principalmente con Enciso, pero el jugador del Brighton se engolosinó varias veces con la pelota y las per­dió todas.

AGUANTE PURO

Ya en el segundo tiempo, Bra­sil apuró las acciones con los cambios. Uno de ellos, João Pedro, habilitó a Rodrygo, pero su remate se fue alto. Tras unos sofocones en el área paraguaya, se produjeron algunos contragolpes impor­tantes que no fueron aprove­chados por la Albirroja.

Brasil arañó el empate en un par de ocasiones, princi­palmente de pelota parada, pero siempre se encontró con la sólida defensa para­guaya, ayudada incluso por los delanteros.

Con Alex Arce y Ramón Sosa en cancha, Paraguay lo intentó en otros contragol­pes y en un córner, Bobadilla estuvo a punto de marcar el segundo.

Ya después se siguió apelando al aguante, que se multiplicó con esa gran entrega, admi­rable por momentos, que sos­tuvo el resultado hasta el final. Sin duda, se recuperó todo tras este combo y la gente lo enten­dió así, brindando una ovación a los jugadores tras el pitazo final de Matonte, de muy mala labor anoche.

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