- POR MARTÍN VILLAGRA
- Periodista
- martin.villagra@nacionmedia.com
Hay que comenzar por el final, se puede discutir la forma, pero los triunfos tienen un valor superlativo. En el estadio Arsenio Erico de Barrio Obrero, Olimpia tuvo su premio con el gol de la victoria por 1-0 sobre Nacional, que llegó mediante el volante Ramón Martínez, quien atropelló para rematar el rebote concedido por el arquero Antony Silva.
En unas de las últimas acciones del juego, cuando pintaba que el partido ter-minaba en empate sin goles, Hugo Fernández se encargó de cobrar un córner, que casi se convirtió en gol olímpico. Antony Silva extremó recursos, se lanzó para desviar el balón sobre la raya de sentencia y ahí apareció Ramón Martínez para liquidar el expediente con potente remate, que por fin sacudió la red para la única conquista.
Por momentos, el trámite fue con buena dinámica y ambos equipos se intercambiaron la posesión. Nacional se mostró más despierto y ambicioso de entrada para pelear cada pelota. Olimpia estuvo impreciso, con muchas dudas en el fondo y le costó generar en zona ofensiva.
El golero Gastón Olveira tuvo un par de tapadas importan-tes para salvar a un equipo franjeado que arrimó poco peligro. Al cabo del primer periodo, la Academia dilapidó las mejores oportunidades en los pies de Alan Gómez y Tiago Caballero. En el segundo tiempo, en medio del desorden, Olimpia fue más ambicioso.
El entrenador Martín Palermo se jugó con tres cambios de una vez, todos de tinte ofensivo. Nacional tuvo un bajón en lo físico y ya no tenía claridad para forzar en la ofensiva con algunos contragolpes. De todas maneras, pare-cía que la Academia podía aguantar el empate hasta el final, que no le venía mal considerando que el rival de enfrente era Olimpia. El Franjeado cumplió su parte y espera que el líder pueda sufrir algún tropezón en sus próximos juegos, como para seguir en la pelea por el campeonato.