En Guaraní significó un golpe muy fuerte quedar sin posibilidades de seguir en la Copa Sudamericana, no solo por el lado deportivo, sino que además se perdió la ocasión de alcanzar unos buenos dólares que le iban a venir muy bien a las raleadas arcas del club.
El verdugo del Legendario fue Luqueño, que volvió a repetir la victoria en el campeonato Apertura, que desembocó en el despido del técnico Lucas Bovaglio. Ayer el capitán Gaspar Servio, en conferencia de prensa expresó su disgusto por el presente poco auspicioso: “Todo el plantel se encuentra dolido porque se fue un técnico. Significa que tenemos que seguir mejorando. Nosotros hacemos autocrítica puertas adentro, cada uno de los jugadores del plantel sabe en lo que tiene que mejorar”.
Ahora el objetivo de la plantilla es ir al todo o nada por los títulos de los torneos locales. “Tenemos un solo objetivo y está muy claro; enfocarnos en el plano local y pelear en los puestos de arriba. Hay que hacer las cosas bien”.
En cuanto al equipo que jugará frente a Trinidense está descartado Walter González, quien padece de un desgarro muscular. Y se apresta a dirigir el técnico interino, Claudio David Vargas, mientras se concreta la contratación del nuevo entrenador que estaría entre Francisco Arce y Gustavo Florentín.