En medio de su alegría natural por lo logrado con sus pupilos, Carlos Jara Saguier, tras la consagración ante Venezuela, declaró tajante que Paraguay está recuperando su esencia futbolística, que le dio tan buenos resultados en el pasado.
“Estos chicos que están llegando tocan fuerte la puerta, estamos ante un grupo selecto que va a dar mucho de qué hablar y están ganándose un puesto, un lugarcito en el fútbol paraguayo”, destacó el Bambino.
“Yo siempre sostuve que es mucho más difícil ganarle a once amigos que a once estrellas. Ellos siempre estuvieron jugando como amigos, se protegían, se ayudaban. Nosotros no veníamos a Venezuela a ver si podíamos; porque podíamos, veníamos. Está renaciendo el ADN de Paraguay, un fútbol muy vertical, muy agresivo, con muchos centros, con muchos cabeceos, con entrega total. A veces no somos muy exquisitos, pero la entrega total no se negocia (...), a veces sale bien, a veces sale mal, pero ese es nuestro ADN”, remarcó el medallista de plata como DT de la Albirroja en Atenas 2004.
El trabajo de Carlos Jara Saguier fue ponderado por propios y extraños. Su caso en particular llamó la atención de la prensa continental, justamente porque fue el técnico que –luego de 20 años– volvió a posicionar a una selección paraguaya en la órbita grande del fútbol mundial con este logro con los juveniles de la Albirroja.