En Guaraní, el panorama no es nada alentador en este tramo final del año. Luego de un breve respiro en el Clausura, tras la victoria sobre General Caballero de Mallorquín, los fantasmas volvieron a rondar su entorno con la eliminación en la Copa Paraguay a manos de Trinidense.
Y las críticas más ácidas fueron dirigidas al técnico Pablo de Muner, cuyo cargo tambalea. Los hinchas, furiosos con el rendimiento del equipo, incluso invadieron el campo de juego del Arsenio Erico para hacer saber su disconformidad, que generó un momento tenso con los jugadores que, felizmente, no pasó a mayores.
Con la eliminación, cerró una posibilidad también de ingresar como campeón a la Libertadores 2024, por lo que ahora necesariamente deberá apurar terminar como tercero en el acumulativo tras el término del Clausura, para evitar otra frustración.
De Muner arrancó bien su etapa en el club a finales de agosto, pero posteriormente el equipo tuvo un bajón pronunciado, con varias fechas sin poder ganar en el Clausura. Además, varias de sus figuras también estuvieron con lesiones, lo que hizo mermar el rendimiento.