Un agónico triunfo de 2-1 sobre Luqueño mantiene la ilusión franjeada de clasificar a la Copa Libertadores del año que viene.
El Franjeado tomó la iniciativa desde el pitazo inicial. Lo buscó siempre por los extremos, donde el chico debutante Freddy Colmán comenzó a destacar por el sector derecho. Tampoco dejó de hacerlo por el sector izquierdo. De ese sector se generó la primera jugada de gol, en una pelota que le llegó a Alejandro Silva, cuyo remate de zurda se fue cerquita del palo izquierdo de Gonzalo Falcón.
Luqueño también insinuó bien con dos remates, uno de ellos de Mendoza y otro muy desviado de Rodrigo Cáceres. Un cabezazo de Derlis tras habilitación de Ramón Martínez fue otro intento ofensivo de Olimpia, que finalmente tuvo su premio en el final de esa etapa.
Silva habilitó a Colmán, quien metió el centro para la atropellada de Richard Ortiz, que de palomita, clavó el balón al palo izquierdo de Falcón.
Un minuto después, Walter González perdió otra brillante ocasión de ampliar el marcador en un contragolpe. Prefirió la aventura personal en vez de habilitar a Derlis, que llegaba solo.
Julio Cáceres dio en la tecla al introducir tres cambios que le dieron frescura al ataque luqueño. Lentamente, se hizo dueño de las acciones y tras un par de ocasiones de riesgo frente al arco de Espínola llegó al empate. Rodi Ferreira metió el centro al área, Kevin Pereira la bajó de cabeza al medio para la atropellada de Charpentier, que en la boca del arco metió el cabezazo para el 1-1.
Si Luqueño no lo ganó, fue de pura casualidad. Tuvo dos chances claras y no los convirtió. Y el que no los hace, los recibe. Olimpia lo hizo. Entre César Olmedo y Hugo Quintana habilitaron a Hugo Fernández, que giró ante Aguilar y metió el tanto del desahogo para el cuadro de Chiqui Arce, que le sigue dando vida en el acumulativo.