- San Pablo, Brasil.
El astro de la selección brasileña Neymar sufrió una ruptura de ligamento cruzado y menisco en la rodilla izquierda y deberá someterse a una cirugía, informó ayer miércoles la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
“El atacante de la selección brasileña y del Al-Hilal, de Arabia Saudita, pasó por exámenes clínicos y de imagen que confirmaron la ruptura del ligamento cruzado anterior y de menisco de la rodilla izquierda”, dijo la CBF en una nota de prensa.
La entidad precisó que todavía debe definirse la fecha de la cirugía.
El delantero se lesionó durante la derrota de Brasil ante Uruguay (2-0) el martes en Montevideo, en un partido por la clasificación para el Mundial de 2026.
Neymar dejó el campo antes del descanso, llorando y en camilla, tras caer al suelo luego de un choque con el mediocampista uruguayo Nicolás de la Cruz. Fue reemplazado por Richarlison.
El atacante abandonó más tarde el estadio Centenario en muletas y con una férula que inmovilizaba su rodilla izquierda.
Antes de su salida, el astro se había mostrado impreciso sobre el terreno, lejos de aquel jugador decisivo que se espera de él, y más pendiente de discutir con árbitros y rivales.
Su lesión lo deja automáticamente fuera de los próximos desafíos de Brasil en noviembre: una visita a Colombia en Barranquilla y el clásico en el Maracaná contra la Argentina de Leo Messi. Las lesiones de rodilla están entre las más comunes y graves en el fútbol.
URUGUAY, EN MODO BIELSA
Un histórico triunfo 2-0 ante Brasil puso a Uruguay a soñar en grande en la cuarta fecha de las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial 2026, un logro que confirma el despegue de la era Marcelo Bielsa al frente del combinado celeste. Al grito de “¡Olé!” en un estadio Centenario repleto, todo Uruguay vibró con los goles de Darwin Núñez y Nicolás de la Cruz, que rompieron 22 años de sequía frente a la Seleção. “Un triunfo ante Brasil por eliminatorias que deja huella: así da gusto ver a Uruguay; ¡gracias, Marcelo Bielsa!”, tituló el comentarista Luis Inzaurralde en el diario El Observador, reflejando el sentir de muchos.