Olimpia recupera aceleradamente posiciones en el torneo Clausura. Goleó 4-0 a Ameliano en el partido de regularización de la novena fecha, generando entusiasmo en su gente.
En el fútbol los merecimientos no sirven de nada. Si no, que lo diga Ameliano, que en los primeros 20 minutos cerró bien los espacios, generó fútbol y llegó con ocasiones claras hasta las narices de Juan Espínola.
Aunque con un detalle: nada de contundencia. Y el que no los hace, los recibe, porque Olimpia, en la primera que tuvo, la mandó a guardar. El juvenil Alan Cano hizo un cambio de frente para la llegada de Cardozo, quien de cabeza le bajó muy bien a Brian Montenegro, metido entre el arquero Papaleo y los centrales. Tras un enredo, el delantero apeló al recurso del taco para mandar la pelota al fondo del arco.
Este gol, sin duda alguna, golpeó a Ameliano, que entró en un desconcierto total. Tanto, que en un córner perdió la marca, Mateo Gamarra cabeceó casi agachándose y le dejó servida la pelota a Brian, quien solito definió a placer para su doblete de la noche.
El cuadro de Humberto García ni siquiera supo aprovechar algunos errores defensivos de Olimpia, en una muestra palpable de la poca fortuna que tuvo en ataque.
Tampoco dejó de lado los errores propios porque al comienzo del segundo tiempo, una pelota retrocedida desde el medio fue tomada por Montenegro, quien esperó la llegada de Fernando Cardozo para darle una perfecta habilitación. El extremo, metido entre dos centrales, definió con gran calidad ante el achique de Papaleo.
El partido prácticamente se cerró con ese tanto, porque, si bien Ameliano siguió generando, definitivamente estuvo peleado con el gol. Olimpia lo coronó en el final con un tanto más, el de Hugo Quintana, tras gran asistencia de Cardozo en un fulminante contragolpe.