Los tres equipos coperos compatriotas busca­rán cambiar los malos resultados registrados en los partidos de ida de los octavos de final en contra de los cope­tudos conjuntos brasileños. En la Copa Sudamericana, Liber­tad perdió de local ante For­taleza por 1 a 0 y Guaraní cayó en Río de Janeiro ante Bota­fogo 2-1. Mientras que Olim­pia, en el estadio Maracaná, fue superado por 1 a 0, ante el muy publicitado Flamengo. Por lo exhibido, los brasileños dejaron de ser el cuco en Sud­américa y los tres resultados adversos son remontables.

En Libertad, su técnico Daniel Garnero ya “abrió el paraguas”, declarando que los brasileños tienen otro ritmo y velocidad de juego, que es una realidad, pero también es cierto que esa cualidad de los conjuntos bra­sileños no es de ahora, es más, siempre tuvieron mejor ritmo que cualquier otro equipo de Sudamérica por el alto nivel de competitividad de sus tor­neos locales, pero también son vulnerables.

El gran problema liberteño en la ida fue táctico. Regalarle terreno y pelota a los brasileños es igual a “sui­cidarse”. El plantel gumarelo se instaló anoche en Brasil a la espera del encuentro de mañana, con la fe puesta en clasificar a los cuartos de final.

El miércoles Guaraní enfren­tará a Botafogo en el estadio Defensores del Chaco. En Río, el Legendario realizó un estupendo primer tiempo y la ventaja inicial se justifi­caba plenamente. En la com­plementaria, el ingreso de nuestro compatriota Matías Segovia le cambió la cara a Botafogo, que de todas mane­ras logró la remontada final gracias a un tiro libre penal.

Olimpia, el jueves en Sajonia, será el último club paraguayo en entrar en acción. Todos los equipos que ha dirigido Fran­cisco Arce se destacaron por ser ordenados en todas sus líneas y esa cualidad puede ser fundamental para lograr la clasificación. En el juego de ida nunca sabremos qué hubiera pasado si en el pri­mer tiempo Walter González ponía en ventaja al Decano, en una acción en la que era más fácil marcar el gol que fallar, pero el delantero hizo la más difícil y su disparo estando de frente y a dos metros del arco dio en el travesaño.

Ahora el Decano puede sacar su estirpe copera y con el empuje de un estadio repleto puede marcar la diferencia para hacer nuevamente his­toria en esta Copa que le cae muy bien.