Juan Vicente Duarte, periodista, Nación Media
Sin sufrimiento no hay premio. Es lo que tuvo que soportar Cerro Porteño para ganarle sacrificadamente por 1-0 a Resistencia, que si hubiese estado en modo efectivo hubiera logrado al menos el empate.
El Ciclón salió decidido a “comerse” a su rival desde el primer minuto. Con el cuchillo entre los dientes y con una dinámica ideal, rápidamente trasladó el juego sobre la última zona de Resistencia.
Fue así que el Pachi Carrizo habilitó a Santiago Arzamendia por el sector izquierdo, pero en su intento por buscar la pelota recibió el golpe a la altura del cuello de Óscar Brizuela. Tras revisión del VAR, Juan López determinó la pena máxima, que Claudio Aquino transformó en gol. Cerro siguió insistiendo y arañó el gol hasta la media hora de juego, pero Resistencia comenzó a salir de su encierro con sus jugadores más determinantes y sobre el final del primer tiempo estuvo a punto de emparejar el partido, en al menos tres ocasiones.
Primero Richard Salinas, que desde una posición ideal remató arriba. Minutos después, un milagro salvó el arco azulgrana. Rodrigo Ruiz Díaz remató al palo, del rebote Héctor Lezcano permitió el lucimiento de Jean y el tiro final de Salinas otra vez se fue por arriba.
Diego Gavilán tuvo que modificar todo para el segundo tiempo, porque en el tramo final del primero, Wilder Viera vio la roja directa por una fuerte falta. Cerro pasó de ser dominador a ser dominado, porque en todo el complemento Resistencia, con ese hombre demás, se vistió de guapo para ir a buscar el tanto de la paridad.
Sin embargo, el buen sostén defensivo de Cerro evitó en más de una ocasión la caída de su arco. Jean Fernandes, quien ya había sacado algunas pelotas, también se vistió de héroe para aguantar el resultado.
Al final, al Ciclón le vino aliviado el pitazo final de López, porque sumó los tres puntos y sigue como escolta de Libertad.