El estadio General Pablo Rojas será castigado por la APF, tras el bochornoso espectáculo que brindaron una buena cantidad de aficionados que invadieron el campo de juego en señal de descontento contra los jugadores azulgranas, cuando faltaban cinco minutos para la conclusión del cotejo que en ese momento el Ciclón perdía frente a Guaireña, por 3 a 0.
Trascendió que también la Fiscalía podría intervenir en el caso que pudo haber terminado en una tragedia mayúscula. El insólito acontecimiento tuvo una amplia repercusión a nivel internacional, donde ayer casi todas las páginas deportivas de los países de Sudamérica se ocuparon del caso.
El reclamo de la parcialidad azulgrana hacia el plantel viene desde hace tiempo atrás. Entre los fanáticos del Ciclón caló hondo la goleada en contra frente a Bolívar de La Paz, por 4 a 0 y encima en La Nueva Olla. Siguió con la pálida imagen dada en otra goleada en contra y de nuevo de local, contra el Palmeiras, por 3 a 0.
Pero la relación entre la hinchada cerrista y la plantilla azulgrana tocó fondo luego de la eliminación de toda competencia internacional, frente al Barcelona de Ecuador, en un partido que Cerro ganaba tranquilamente en la primera etapa, por 2 a 0 y luego se dejó empatar 2-2. En un momento dado del partido frente a Guaireña la hinchada gritó fuerte: “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”. El mensaje fue claro y contundente.
Se viene una suspensión y multa para La Nueva Olla. Será la segunda que recibirá el estadio en el año. La primera se dio en abril pasado luego de los incidentes que la barra brava azulgrana protagonizó en cancha de Libertad, cuando el equipo de Facundo Sava fue goleado por 5 a 0. Los inadaptados que se hacen pasar de hinchas también sufrirán una dura suspensión.