Luqueño, comprometido en zona de abajo y con su DT Gustavo Florentín en la cuerda floja tras la derrota ante Ameliano presenta variantes para recibir a Guaraní, en duelo prometedor de primera hora. Jorge Mendoza regresa al mediocampo en sustitución de Maldonado, en tanto Marcelo Pérez lo hace por Matías Castro.
Pese a estar lejos del líder Libertad, Guaraní intenta seguir escalando. El entrenador Rodrigo López pone su máximo potencial para medir al Sportivo Luqueño. La única duda está en defensa, ya que puede retornar Marcos Cáceres en lugar de Thiago Servín. Facundo Barceló y Federico Santander comandan el ataque.
A segunda hora, Trinidense, de buena temporada y que acumula 22 unidades recibe a General Caballero de JLM, en la búsqueda del algún cupo a nivel internacional. El estratega, José Arrúa tendrá tres novedades con respecto al último juego con empate de visitante ante Olimpia (1-1).
Jorge Ja ra reemplaza a Juan Salcedo en el medio, mientras Álex Álvarez vuelve para compartir ataque con Lucas Barrios en lugar de Pablo Ayala. Otro retorno importante del cuadro de Trinidad es el extremo Nicolás Maná, cediendo el puesto Joel Román.
El Rojo Mallorquino, que salió de zona de descenso directo con la victoria ante Tacuary (1-0), prepara una modificación obligada con la expulsión de Jorge Sanguina y Clementino González será el reemplazante.
En la continuidad de la fecha 14 del torneo Apertura en la cancha del 12 de Octubre de Itauguá, Luqueño hizo de local en pleno Martes Santo frente al Sportivo Trinidense.
Pese al estropeado césped con tantos partidos en su haber, el trámite fue dinámico y bastante peleado, aunque no se pudo abrir el marcador en le primer tiempo.
Con los cambios de la etapa complementaria en ambos equipos, el desarrollo ganó en vivacidad y emociones.
A los ochenta minutos se produjo la jugada clave y fabulosa que decidió el partido. El ofensivo Lautaro Comas marcó un golazo al rematar en gran forma desde fuera del área, sorprendiendo al arquero Víctor Samudio. Previamente, Walter González primero y después Federico Santander peinaron el balón ganando de cabeza a los defensores del Sportivo Trinidense. El conjunto luqueño volvió al triunfo luego de bastante tiempo para recuperar en algo la parte anímica en el torneo local.
Era obligación para ambos ganar. Sus posiciones en la tabla y las necesidades propias de uno y otro equipo hacían presagiar un partido abierto y hasta de muchos goles, pero nada de eso ocurrió.
Cerro Porteño y Sportivo Luqueño cerraron un agrio empate sin goles, que no benefició a ninguno de los dos.
Para el Ciclón es definitivamente una despedida de la lucha por el título. Si al final de la fecha pasada, con la derrota ante Libertad, su propio técnico reconocía que la distancia de 12 puntos era importante, ahora a 14 lo es mucho más y solo le queda pelear por los puntos que le permitan llegar lo más alto posible. Una realidad penosa para uno de los grandes de nuestro fútbol.
Para el Auriazul todo partido que no termine en victoria, también es un retroceso, porque permanece en las últimas posiciones y con el promedio complicado.
Yendo al trámite del partido, hubo una diferencia marcada a favor del Ciclón en el primer tiempo. Lo intentó bastante, pero se encontró con una sólida defensa auriazul, comandada por su capitán Pablo Aguilar, para repeler las acciones de peligro. Le faltó claridad al equipo de Diego Martínez, por lo que jugadores como Jonatan Torres no pudieron recibir pelotas limpias de cara al gol.
En contrapartida, a Luqueño le costó llegar con jugadas elaboradas al arco de Alexis Martín Arias y solo se limitó a algunos remates de Federico Santander que no generaron mucho peligro.
La temática no cambió mucho en el segundo tiempo, pese a los cambios ofensivos que metió Cerro y también Luqueño, que se arriesgó un poco más, pero no lo suficiente como para merecer algo mejor. Al final, la igualdad representa un castigo para ambos y un retroceso para sus objetivos en el torneo.
Los hombres pasan y las instituciones quedan. Bajo esa premisa, el mundo Olimpia, sacudido por los malos resultados tanto a nivel local como internacional que determinaron la salida de Martín Palermo de la conducción técnica, arranca un nuevo ciclo, pero con las mismas necesidades de sumar puntos e intentar remontar en el torneo Apertura.
Con este panorama, enfrenta esta tarde a Sportivo Ameliano, uno de esos rivales que siempre le hizo grandes partidos y que incluso lleva una hegemonía sobre el Franjeado en materia de triunfos.
El que comandará el barco decano en forma interina será Aureliano Torres, quien junto con una gloria del club como Luis Alberto Monzón, buscarán darle forma a un equipo muy golpeado y seriamente cuestionado por su propia gente.
De ahí que una victoria en este momento del campeonato no vendrá para nada mal. Olimpia llega precedido de cuatro partidos sin ganar, incluyendo tres derrotas, el último ante Guaraní, que lo relegaron a la quinta posición de la tabla.
Por su parte, Ameliano llega en la misma situación, porque tampoco pudo hilar triunfos en sus cuatro últimos compromisos y además está relegado en la tabla. Cayó de local en su último encuentro ante Trinidense y pasa por un bajón pronunciado.
EN MALLORQUÍN
Más tarde, Guaraní y su condición de único escolta de Libertad traslada su buen momento a Juan León Mallorquín para enfrentar a un golpeado General Caballero, que estrenará nuevo técnico. El Chiqui Arce no podrá contar con su arquero
goleador Gaspar Servio, lesionado en el partido de Copa Sudamericana ante Nacional Potosí. Aún así, de seguro buscará mantener la racha de resultados para no perder su privilegiada posición.
Guaraní sostiene su gran momento a nivel internacional con gran victoria ante Nacional Potosí por 2-0 para liderar el grupo A de la Copa Sudamericana.
Una de sus figuras destacadas es el defensor Juan Patiño, quien volvió a su casa para esta temporada y marcó un gol ante el elenco boliviano luego de 8 años con la camiseta aurinegra. “Feliz del gol (ante Nacional Potosí) y de poder jugar nuevamente luego de varios meses”, expresó Patiño a Versus de Nación Media.
Muchos hinchas legendarios aún tienen en la memoria lo que pasó en la última fecha del torneo Clausura 2021 en el estadio Rogelio Silvino Livieres, cuando Patiño marcó en el minuto 100:55 y le dio el título a Cerro Porteño.
“Me sentí un poco incómodo al llegar (a Guaraní). No sabía cómo charlar con él (Gaspar Servio) al principio. Ahora hablamos todos los días”, destacó el zaguero, quien asegura que pondrá todo de sí para ayudar al club: “Cada partido que me toca, voy a hacerlo de la mejor manera”.
Patiño tiene una mochila pesada con la que debe convivir, la lesión lumbar, que no es operable, por lo que tiene que trabajar el doble para fortalecer la zona afectada.
Ahora, el Legendario ya se enfoca en el duelo de mañana ante General Caballero, para seguir acercándose al líder Libertad, el rival de turno en la siguiente fecha: “Es una final anticipada (vs. Libertad) para nosotros y estamos obligados a ganar el partido”, expresó Patiño.