Histórico y sorprendente. Sportivo Trinidense “se robó” la fiesta que preparó la hinchada de Olimpia en Encarnación, donde se jugó a estadio repleto.
El cuadro de Santísima Trinidad dio vuelta un marcador adverso en el segundo tiempo con tres goles de cabeza mediante Pedro Delvalle, Óscar Giménez y Paul Riveros.
El Decano entró con muchas ganas y pronto se sacó la presión gracias al gol de Facundo Zabala, por entonces, era impensado un desenlace desfavorable.
Un remate de Derlis González fue desviado a medias por el golero Pablo Gavilán, por lo que el lateral argentino remató con arco descubierto para inaugurar el marcador antes de los diez minutos.
Acción justa, pero el VAR chequeó la jugada y validó el tanto.
A partir de ahí, Triqui emparejó acciones, cubrió mejor los espacios, aunque el partido se volvió trabado, con poca generación de fútbol.
La historia cambió totalmente en el segundo tiempo. El gol de empate del recién ingresado Pedro Delvalle, de cabeza, silenció a los seguidores franjeados. Fue tras un córner, que ganó previamente por el mismo conducto Paul Riveros.
A Olimpia se le complicó todo y en pocos minutos encajó otro gol, además fue expulsado Mateo Gamarra por patear a Joel Román.
El Decano tuvo un “gol cantado”, que lo desperdició Derlis González, quien estando solo remató alto tras el gran pase de Brian Montenegro.
Triqui, que arriesgó más en el complemento, desequilibró con el tanto de Óscar Giménez, otra vez de cabeza, tras centro de Pedro Delvalle.
Un tercer gol fue lapidario para sentenciar el partido. Esta vez, Paul Riveros conectó de cabeza tras bonito centro de Marcos Riveros. Para rescatar la actitud de Triqui, que supo reaccionar ante un Olimpia que desnudó todas las falencias defensivas sobre el final.