Flojísima la selección paraguaya, que tuvo a Diego González, como el futbolista más destacado al término de la primera etapa. El recientemente refuerzo de la Lazio, club italiano, fue el que intentó desequilibrar y se puso el equipo al hombro, pero sin éxito alguno.
Wlk muy solo arriba necesitó más de compañía; en tanto, Sebastián Quintana, Kevin Pereira y Gamarra estuvieron muy por debajo de su nivel y fueron superados en el mediocampo físicamente por los venezolanos, que ganaron en dinámica, demostrando una mejor tenencia, pero sin crear tantos inconvenientes.
La Vinotinto ganó las bandas, pero equivocó los caminos en los últimos metros. Mientras que la Albirroja, carente de ideas, no tuvo un patrón de juego claro, mostrándose muy errática durante gran parte del encuentro.
En el complemento, Paraguay mejoró y se puso en ventaja de forma inmediata, a través de Flores, quien ganó de cabeza en el área rival. La selección tuvo para ampliar de contra, pero se replegó demasiado temprano, y eso generó confianza en el rival que empezó a acercarse cada vez más al arco de González.
Un penal tonto por parte de los dirigidos de Bobadilla le dio vida a Venezuela, que terminó mejor el compromiso, dejando con sabor amargo a los paraguayos, que de animarse y no proponer un esquema tan amarrete, se podría haber conseguido un resultado mejor.
Mientras que Brasil derrotó anoche a Ecuador en el segundo partido de la fase final.
Ahora, el viernes, Paraguay debe superar al local Colombia en el Campín, por la segunda fecha, si quiere seguir soñando con el Mundial de Indonesia.
El hexagonal final del Sudamericano Sub-20 se extenderá hasta el 12 de febrero, con un formato de todos contra todos. El evento entrega cuatro cupos al Mundial de Indonesia 2023 y tres boletos para los Juegos Panamericanos de Santiago, que se realizarán en octubre-noviembre de este año.