Guayaquil, Ecuador. AFP.

Llegó al lugar donde debe estar por su infraestructura, plan­tilla y juego. Desde el trono de la Copa Libertadores, Fla­mengo agranda la brecha con el resto del fútbol sudameri­cano. Ganarle al Athletico Paranaense en la final del sábado fue apenas la confir­mación de su dominio.

Era su tercera final con­tinental en cuatro años y su título número 11, entre Libertadores, Brasileirão, Copa de Brasil, Recopa Sudamericana y Campeo­nato Carioca. Al club más popular de su país, pero de la élite por su capacidad adqui­sitiva, las tierras brasileñas y sudamericanas le quedan estrechas.

“El Flamengo de unos años para acá tiene una infraes­tructura y poder de la plan­tilla que hace que el equipo tenga todo el potencial para ser considerado un equipo europeo”, dijo a la AFP el ex internacional brasileño Júlio César, antiguo portero rubronegro (1997-2004 y en el 2018).

Aunque Palmeiras conquistó las Libertadores del 2020 y del 2021, suma apenas tres trofeos en el mismo lapso en el que el Fla se convirtió en un multicampeón. El “Mengao” de hoy es el “más dominante de la historia”, opina Sergio Santana, reportero del por­tal Lance.

En la discusión sobre el mejor plantel de su rica vida como club profesional, pelea mano a mano con el de Zico, Júnior, Tita, Nunes o Adilio, que consiguió el primer título de Libertadores en 1981, dice el analista.

El de ese entonces es el capí­tulo con más mística del “Fla”. El legendario ‘10′ y compañía bailaban samba sobre el césped a punta de ‘jogo bonito’, pero su des­empeño a nivel internacio­nal no fue tan exitoso como el del equipo que hoy lidera el delantero “Gabigol”.