Con un recibimiento digno de un astro del fútbol mundial, Luis Suárez regresó ayer domingo a Uruguay para unirse a las filas de Nacional, el club en el que hace 17 años inició su camino como uno de los delanteros más importantes de su generación.

El jugador de 35 años, que hasta finales de mayo inte­gró la plantilla del Atlético de Madrid, arribó al país en un avión privado propiedad de su gran amigo Lionel Messi.

“Estoy convencido de que di el paso correcto para el club correcto y para el país correcto para prepararme para el Mundial”, dijo en una entrevista para la transmi­sión oficial de Nacional, aún en la terminal aérea.

Allí lo aguardaban familia­res, allegados, autoridades del club e incluso algunos fanáti­cos célebres como el popular cantante colombiano Sebas­tián Yatra, quien le pidió la firma de una camiseta.

Desde el aeropuerto, Suárez con su esposa e hijos partie­ron en caravana, saludados por miles de simpatizantes en un recorrido de unos 20 km hasta el Gran Parque Central (GPC), el estadio tricolor en el barrio La Blanqueada de Mon­tevideo.

Recibido por el plantel y cuerpo técnico, así como dirigentes políticos hinchas de Nacional de todos los par­tidos, en la arena Suárez firmó el contrato con el Bolso hasta fin de año.

El club uruguayo le garantiza la titularidad en al menos 16 encuentros, entre Copa Sud­americana y los campeona­tos locales, durante los 100 días previos al Mundial, en un contrato corto que difí­cilmente otro equipo hubiera aceptado.

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