- POR MARTÍN VILLAGRA
Sorprendió, pero el resultado fue justo y ampliamente merecido por lo que pasó en la cancha. Un guapo Tacuary neutralizó totalmente al impreciso Cerro Porteño, al que bajó de las nubes y dejó sin chances de ser único puntero. Triunfazo para Tacuary por su entrega y orden. Premio para el mejor, que hizo todo bien, ni siquiera sufrió en defensa, mandó en el medio y mató de contragolpe. Muchos rendimientos individuales superlativos pesaron en lo colectivo y propiciaron el desenlace.
Cerro no tuvo ideas para generar y jamás rompió el cerrojo defensivo del rival. Por el contrario, su insegura última línea hizo aguas por todas partes, quedó en evidencia, fue superada por la presión y velocidad de los delanteros. Hasta el arquero Jean Fernandes fue devorado por los nervios y estuvo cerca de cometer penal tras empujar en el área a un adversario.
El Azulgrana perdió pronto por lesión a Robert Piris Da Motta, lo que obligó a un cambio y hubo que replantear un partido en el que nunca estuvo cómodo, porque el rival no lo permitió. Iván Valdez, de atropellada, marcó el primer gol, cerrando en el segundo palo un cabezazo ganado por Nery Bareiro tras un córner. Tacuary dañaba con la habilidad y velocidad de Marcelo Fernández e Iván Valdez, aplicando presión en toda la cancha.
Para el segundo tiempo, Cerro mandó al campo a Antonio Galeano, quien no inquietó arriba. Elvio Vera puso el segundo gol, culminando un contragolpe mortal, facilitado por la mala entrega del azulgrana Rafael Carrascal, agravado por un mal despeje de Carlos Rolón. Todo el mérito para los ofensivos de Tacuary.
Alfio Oviedo también ingresó y tuvo la más clara para el Ciclón, cuando ganó en el área y remató al travesaño. Lesionado en el tobillo Claudio Aquino, fue el mejorcito del discreto Cerro. Tacuary no se desordenó y administró el trámite. El arquero Carlos Servín se cansó de cazar los centrazos, que nunca llegaron a destino.