En el partido entre Sol y Nacional en Villa Elisa se registró la primera gran polémica del Apertura. Carlos Arrúa, de Nacional, marcó espectacularmente un gol de “sombrerito” al definir sobre el golero. El gol fue anu­lado por el árbitro, Alipio Col­mán, a instancias del VAR.

“Tras concederse el gol, el árbi­tro da una alerta sobre una posible interferencia de un jugador atacante en fase de ata­que. El VAR analiza la jugada e invita al árbitro a revisar los detalles de dicha situación”, revela el informe de la Direc­ción de Árbitros.

“El árbitro confirma que el jugador (Franco Costa), que se encontraba previamente en fuera de juego, interfiere al adversario (Pedro Del­valle), anteponiéndose en su trayectoria, dejándole sin posibilidades de dispu­tar el balón, constituyendo una clara interferencia al adversario. Gol correcta­mente anulado”, apunta el informe.

La decisión de Alipio Colmán generó enojos en campamento tricolor. Desde la Dirección de Árbitros aseguran que el juez tuvo razón al sancionar “obs­trucción”.

Se registraron jugadas dudo­sas en el empate (2-2) entre Olimpia y General Caballero. Se enfocaron en el supuesto offside en la previa del gol de Júnior Marabel y un probable penal para Olimpia.

“El defensor realiza un juego deliberado, cabeceando el balón hacia su propia porte­ría, habilitando al rival. Gol correctamente concedido”, se explica.

Los franjeados reclamaron el supuesto penal por una mano.

“Se produce el contacto del balón con la mano de un defen­sor. El árbitro deja seguir la acción y describe que la misma no es sancionable. Dicha mano se encontraba en una posición natural, que no ampliaba el volumen del cuerpo. Correcta interpretación”, explican.