Barcelona, España. AFP.
Tras casi dos décadas sobre las canchas, el corazón de Sergio ‘Kun’ Agüero obligó a frenar y el delantero del Barcelona se ha visto obligado a colgar las botas este miércoles por sus problemas cardíacos.
“Esta conferencia es para comunicarles que he decidido dejar de jugar al fútbol profesional”, anunció Agüero este miércoles en un acto en el Camp Nou barcelonista.
“Es un momento muy duro”, añadió un emocionado Agüero, precisando que “primero es mi salud. Ya saben que tomé esta decisión por el problema que tuve hace un mes”.
La pesadilla para el delantero argentino, de 33 años, empezó el 30 de octubre, cuando en el minuto 40 del partido liguero contra el Alavés en el Camp Nou (1-1) se echó al suelo, mareado y agarrándose el pecho.
Atendido sobre el césped, pudo abandonar el campo por su propio pie, pero con las imágenes del paro cardíaco sufrido por el danés Christian Eriksen en la Eurocopa todavía frescas, el Camp Nou se quedó frío por unos momentos.
POCAS ESPERANZAS
Los médicos “me han dicho que lo mejor era dejar de jugar, he tomado la decisión hace diez días, hice todo lo posible para ver si había alguna esperanza, pero no había muchas”, aseguró Agüero, arropado por sus compañeros del Barça, el presidente del club Joan Laporta, y su ex técnico del City, Pep Guardiola.
“Nos hemos quedado con las ganas en el Barça, pero pensamos que has tomado la decisión correcta”, afirmó Laporta en el acto, añadiendo que “has sido un jugador de reconocimiento mundial y lo que has sembrado, que ha sido mucho, seguro que lo vas a recoger en esta nueva etapa que comienza”.
El delantero azulgrana pone punto final a su carrera deportiva tras apenas cuatro meses en el Barcelona, al que había llegado desde el Manchester City en julio pasado con la ilusión de poder jugar junto a su amigo Lionel Messi.
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José Agüero presentó cartas credenciales
El embajador de Paraguay ante Arabia Saudita, José Agüero Ávila, presentó sus cartas credenciales al príncipe Mohammed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud. La ceremonia fue realizada en el Palacio Real Al-Salam, de la ciudad de Yida, contó también con la presencia del príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, ministro de Asuntos Exteriores saudí.
Destacaron avances de la relación bilateral en lo económico y comercial. Bajo la presidencia de Santiago Peña, las relaciones bilaterales entre Paraguay y Arabia Saudita han registrado un creciente fortalecimiento en diversas áreas, entre las que se destacan la habilitación de nuevos frigoríficos de carne bovina para la exportación al mercado saudí. En el año 2023, Paraguay exportó un total de 676.549 kilos de carne bovina a Arabia Saudita, lo que representó un ingreso de USD 2.353.009 por el producto colocado en ese mercado.
Se alcanzaron otros acuerdos como la aprobación de un préstamo para obras de infraestructura urbana en Pilar (Ñeembucú), así como una donación dirigida a un programa de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
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El problema del odio en la página de los medios
En 1846, el anarquista francés Pierre-Joseph Proudhon publica su polémico libro “Sistema de las contradicciones económicas o filosofía de la miseria”, en el que no solamente critica fuertemente al comunismo desde su visión del mutualismo, sino que, también, descalifica la palabra “comunidad” y coloca a la mujer en un plano de absoluta inferioridad intelectual y moral. La obra desata una demoledora respuesta llena de sarcasmos de Karl Marx (alemán de origen judío) en su “La miseria de la filosofía” (1847) que, también, ha tenido sus detractores por considerar que algunas de sus descalificaciones fueron injustas. Con el tiempo, el primer texto ya solo sirve de referencia, en tanto que el segundo forma parte de los trabajos capitales de su autor (Marx). Estas citas no tienen por razón instruir un juicio crítico sobre estas obras específicas, sino tomarlas como partida –por simple analogía de los títulos– de lo que hoy estamos viviendo en el mundo de los medios de comunicación en nuestro país. Se ha degradado la profesión, de origen noble a la categoría del panfleto por inquinas personales, enemistades políticas o ambiciones empresariales. Se ha descendido a la miserabilidad más infame.
Lo más trágico es que los protagonistas de los órganos corporativos asumen su papel con cínica naturalidad, liberados de cualquier aguijón de la conciencia que pudiera importunar su deshonroso trayecto de ruindades, vilezas y rencores, de supurantes maldades que apuntan al corazón mismo de la verdad. Nada les conmueve, nada les inmuta, nada perturba sus mentes infestadas por el fanatismo que obnubila y el odio que impide reflexionar con criterios de racionalidad. Con perversa manipulación y destemplado ahínco pretenden instalar la imagen de que todas las penurias económicas, las precarias infraestructuras en las escuelas y hospitales, las obras que ya debieron estar concluidas y siguen sin terminar, el drama de la falta de insumos y medicamentos en los centros de atención especializados de la salud, son atribuibles con exclusividad a un gobierno que tomó la posta recién el 15 de agosto del año pasado, es decir, hace seis meses y algunos días. El propio presidente de la República, Santiago Peña, ha reconocido estas deudas del Estado con la sociedad paraguaya, especialmente con los sectores más vulnerables. Y habla del Estado como entidad permanente, diferenciándolo de los gobiernos transitorios, como el que estuvo los últimos cinco años y que ha dejado como herencia maldita un país devastado económica, moral e institucionalmente.
Con esta patética campaña solo vienen a confirmar lo que ya dijimos al principio: estamos ante la miseria de un periodismo que ha extraviado la brújula de su misión. Es que en la oscuridad que provoca la ojeriza hacia el enemigo, que, al mismo tiempo, aborrece la verdad y la virtud de decir la verdad, es imposible visualizar esa aguja magnética que guía y orienta la recta conducta de quienes eligieron el camino de informar con veracidad, de criticar con fundamentos de certeza lógica y de marcar una línea editorial con la ecuanimidad que reclama esta profesión. Pero nada de eso vemos en los medios que tenemos al otro lado de la vereda. Todos sus enfoques sesgados son urdidos con clara predisposición a engañar al público, trastrocando las atrocidades generadas por el pasado reciente en responsabilidad del presente, para exonerar al exmandatario Mario Abdo Benítez y su séquito de mediocres y ladrones de los bienes y recursos del Estado. Aclaremos, sin embargo, pertinentemente el concepto: el presente es responsabilidad del actual gobierno en el sentido de que Santiago Peña tendrá que corregir estas deformidades administrativas heredadas del anterior gobierno. Pero no es su culpa. En esa tergiversación abierta se han empecinado los medios de comunicación enemigos del actual presidente. Enemigos en su más arraigada y cruda definición: “Persona que tiene mala voluntad a otra y le desea (o hace) el mal”. No existe forma de disimular que esa es la enfermiza motivación de quienes cotidianamente procuran minar la gestión del jefe de Estado al punto de la aniquilación total y final.
El primer día de clases del ciclo lectivo 2024 es de antología. Le enrostraron al presidente Peña lo que Abdo Benítez no hizo en los últimos cinco años. Peña, repetimos, está en el cargo desde hace seis meses. El informe de uno de los diarios locales, hace exactamente un año atrás (21 de febrero de 2023), era lapidario: “La infraestructura es deficitaria, la alimentación (escolar) no alcanza para todos los estudiantes ni para todos los días de clases, y en algunas instituciones se rechazan nuevos alumnos por falta de aulas y de rubros docentes”. Cuando eso, el caballo de Marito ya había perdido las internas de la Asociación Nacional Republicana. Empezaban a “descubrir” errores para perjudicar al candidato colorado para las generales del 30 de abril de 2023. Todo tiene su explicación. Este deplorable paisaje debió ser cotejado con el inicio del periodo escolar 2025 para evaluar los cambios. Si los hubo o no. Ahora el título debió ser, honestamente: “Peña debe enfrentar las secuelas de un gobierno improvisado, ineficaz e inepto”. Pero eso no sería noticia ni respondería a los verdaderos propósitos de sus enemigos mediáticos. Un solo punto para graficar esta miserabilidad con grado de metástasis: decían hace un año que “la alimentación escolar era insuficiente”, y ahora que se proyecta el programa “Hambre cero en las escuelas” están haciendo lo imposible para que siga siendo insuficiente. Cuando un medio se subordina al odio y al rencor, su credibilidad mengua irremediablemente. Y ahí, sí, hasta su aniquilación total y final.
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“Estamos buscando resolver un problema que es inaceptable: el hambre en el Paraguay”
En esta edición del programa “Expresso”, transmitido por GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al presidente de la República, Santiago Peña, para hablar del proyecto “Hambre cero en las escuelas” que, además de garantizar la alimentación escolar en las instituciones educativas, promete tener una incidencia transformadora profunda en materia de salud y desarrollo del país.
- Fotos Emilio Bazán
–ADS: Presidente, ¿cuándo fue la primera vez que se encontró con esa cifra funesta de que solo el 5 % de nuestros niños, de los 1.300.000 niños escolarizados, accede al almuerzo escolar?
–SP: No fue algo que me sorprendió en el sentido de que yo no puedo decir que llegué el 15 de agosto y empecé a aprender de la situación. A lo largo de los últimos 10 años he estado expuesto a diferentes áreas del funcionamiento del Estado, del nivel del desarrollo de Paraguay y tomé la decisión muchos años atrás de involucrarme en materia de educación pública. La historia del desarrollo de las naciones ha demostrado que aquellos países que apostaron a la educación son los que hoy tienen niveles de desarrollo económico, una medida mucho más amplia que simplemente la riqueza económica. En los últimos meses sí hemos estado expuestos a evidencia, el informe de la Contraloría reveló mucha información y empezamos a adentrarnos en nuevas estadísticas sobre pobreza. Y en el caso de los países que han sido afectados por la pobreza, población en general, y nos encontramos con datos que realmente demostraban una tragedia en el Paraguay, como por ejemplo la bajísima cobertura, solamente del 5 % a nivel nacional, para niños en el sistema escolar y con casos extremos como Caazapá, Canindeyú o San Pedro, que son los departamentos con mayor nivel de pobreza y menor cobertura. O sea, realmente por donde se lo mire es una tragedia y no se puede condenar a un subdesarrollo al Paraguay.
–¿De dónde crees que deviene esta especie de indiferencia de vastos sectores, algunos muy altisonantes como sistemas de medios de comunicación, al respecto de las dificultades que tienen para hilvanar el proyecto con el futuro de Paraguay?
–Yo siempre digo que un país crece o se desarrolla cuando la sociedad en su conjunto aspira a bienes públicos que son comunes, que son similares: la salud pública, la educación, la seguridad, que son los tres principales bienes públicos a los que tiene que aspirar una sociedad y que el Estado tiene que promover. Pero eso choca muchas veces contra una mirada más egoísta. Cada uno mira su propio interés y no el interés de la sociedad. Entonces esto te puede llevar a frustrarte o a entender el proceso de desarrollo. Y yo estoy convencido de que Paraguay en estos 35 años, desde el 89, ha generado grandes avances, pero estos avances son insuficientes para lo que el Paraguay y los paraguayos podemos hacer.
POLÍTICA PÚBLICA
–Probablemente tiene que ver también con esa especie de confrontación cultural que tenemos con las políticas públicas en Paraguay, las dificultades que existen para aterrizar una política pública en nuestra burocracia y en nuestra ciudadanía.
–En política pública es fundamental entender los tiempos. Cuando uno siembra en una política pública, y esa política tiene que ser consistente en el tiempo, tiene que pasar de ser una política de Gobierno a ser una política de Estado. Y ahí esto genera un cambio, principalmente un cambio cultural. Porque una ley, un decreto o un nombramiento no genera un cambio cultural. Pero si consistente y constantemente mantienes una práctica, eso se vuelve ya algo permanente.
–Hay que salir de las trincheras.
–Sí. Eso es fundamental. Esto requiere tolerancia, requiere de tener empatía, de ponerse del lado del otro. Y lo vivimos en estos días con el programa “Hambre cero”, donde yo hablé desde la posición del Poder Ejecutivo, con una serie de datos y estadísticas. Pero del otro lado había autoridades municipales, autoridades departamentales y cada uno, obviamente, no mira desde la visión colectiva de los niños, mira desde su propia visión. Obviamente en las estadísticas uno puede ser muy injusto. Si hablamos de hechos de corrupción, no quiere decir que todos son corruptos, pero obviamente algunos se sintieron muy afectados en su dignidad. Así que esto requiere paciencia, dedicación y poder trabajar nunca perdiendo el objetivo esencial. Estamos buscando resolver un problema que es inaceptable: el hambre en el Paraguay.
–Si en esa cámara están doña Juana y don Felipe y usted tiene la oportunidad de hablarles directamente, ¿qué les diría al respecto de cómo va a cambiar la vida de sus hijos y de su sociedad esto que va a empezar?
–Este es un paso trascendental. Como yo siempre digo, en los diferentes colectivos, sean sindicatos, grupos de trabajadores, tienen esa capacidad de unirse, pero los niños que primero no saben el impacto que tiene en su desarrollo futuro la falta de una alimentación adecuada, esto va a cambiar la vida de esos niños, las oportunidades que van a tener. Y por supuesto también va a ayudar en las familias más humildes. En esa disyuntiva que tiene una madre, cuando el niño ha llegado a los 12, 13 años. Ese niño puede ser un generador de ingresos y al no tener la posibilidad de contar con la alimentación, y tiene que salir a buscar la alimentación en la calle, con esa medida está condenando el futuro de ese niño.
GRADUALIDAD
–Los paraguayitos y las paraguayitas de hoy que van a ser los dirigentes, líderes y la gente que tiene que construir el futuro, ¿no?
–Yo soy realmente un curioso de la historia porque encuentro en la historia muchos de los eventos que hacen que lo que nosotros estamos aspirando no sea muy fantástico. Cuando nosotros en 2015 lanzamos el programa de becas Carlos Antonio López y nosotros decíamos que no hay absolutamente nada fantástico en esto. Entonces, en realidad cuando nosotros estamos hablando del desarrollo y el futuro del potencial, esto es algo tan básico. La alimentación en un país que pueda alimentar a cerca de 100 millones de habitantes no se puede dar el lujo de tener paraguayos que no comen. Y mucho menos niños que dejan el colegio porque no tienen acceso a un plato de comida. Este proceso no supone que en marzo el 100 % de los departamentos van a tener almuerzo escolar. Es importante que explique lo procesual que tiene esto. Esto obviamente como toda gran reforma va a tener su proceso de aplicación.
–¿Qué le diría, otra vez apelando a esa cámara, a los congresistas respecto de la importancia de este proyecto y la pertinencia de aprobarlo?
–El Congreso ha sido tremendamente generoso con este gobierno desde 15 de agosto. Nos han aprobado el 100 % de los proyectos. Este proyecto, como lo dije el lunes en el Palacio, va a ser realmente un antes y un después. Probablemente va a ser uno de los grandes legados que va a dejar nuestra administración hacia el futuro. Y nos tiene que encontrar todos unidos. Y es lo que me ha motivado, de hecho, a presentarlo dentro de un receso parlamentario para adelantar la discusión. Las conversaciones que hemos tenido con legisladores, con gobernadores y últimamente ya con intendentes, creo que han allanado el camino para que este proyecto pueda ser aprobado lo más rápido posible. Por supuesto que estamos siempre abiertos. El Poder Legislativo tiene su dinámica y por supuesto que vamos a ser respetuosos.
CASO EMBLEMÁTICO
–¿Cómo este proyecto luchará contra la pobreza en Paraguay genéricamente hablando y puntualmente al respecto del tema de la niñez?
–Cuando nosotros miramos el fenómeno de la pobreza en el Paraguay, la pobreza no es una condición, no es un problema que no podamos resolver. Es simplemente que no hemos sido capaces de desplegar las políticas públicas focalizadas para poder apoyar a ese paraguayo en situación de vulnerabilidad. Entonces, la medida que probablemente va a tener el mayor impacto en la historia del Paraguay es la reducción de la pobreza. La pobreza rural, principalmente, pero no solamente la rural, también la urbana, tiene mayor incidencia en los niños. Entonces, la posibilidad de poder, a través de un programa tan amplio, que va a permitir llegar a 1.300.000 niños, principalmente aquellos que están en el sector de vulnerabilidad, nos va a ayudar a disminuir la pobreza extrema, prácticamente a eliminarla. Y la pobreza total va a disminuir también de manera importante. No hay una política pública más poderosa que el programa “Hambre cero en las escuelas”. Entonces, nosotros podemos, en los próximos dos a tres años, eliminar la pobreza extrema en el Paraguay y esto sería un caso emblemático.
–¿Por qué un plato de comida bien trabajado desde la perspectiva nutricional habrá de incidir en la calidad de la educación?
–Porque es fundamental. Está demostrado que el niño que no tiene un desarrollo físico, mental, es imposible que pueda aprender, por más que tenga la mejor escuela o el mejor maestro. Obviamente, acá tenemos que trabajar desde la primera infancia. Pero este programa de alimentación escolar va a tener un impacto tremendo, principalmente en combatir la deserción escolar. Por supuesto que tenemos que mejorar el proceso de aprendizaje, pero hoy está demostrado que uno de los principales motivos por los cuales un niño abandona el sistema público es porque choca contra esta necesidad entre tener que estudiar o generar un ingreso. Yo te puedo garantizar que los cambios que estamos haciendo en el proceso de aprendizaje, el programa “Hambre cero” puede permitir que Paraguay pueda generar un cambio muy importante en muy corto tiempo, que va a significar también una validación de que la democracia le está funcionando a la ciudadanía.
CONTROL
–¿Cómo el gobierno del presidente Peña garantizará la ejecución honesta de este proyecto?
–Y son los controles entre todas las instituciones. En esto claramente nosotros tenemos toda nuestra determinación, pero también somos conscientes de que necesitamos el acompañamiento de todos, de los padres, de la comunidad educativa. En el mes de diciembre tuvimos un encuentro con cerca de 5.000 directores y supervisores regionales donde les dije yo tengo el deseo de mejorar la educación y no lo puedo hacer solo. Los conceptos que hemos desarrollado en materia de seguridad, en materia de salud y, por supuesto, en educación va a ser fundamental ese trabajo mancomunado. Vamos a necesitar que los organismos de control también puedan funcionar. Estamos trayendo a la Contraloría General de la República ya no como un control posterior, sino como un control desde el mismo inicio.
–¿Cuál va a ser el rol de la licitación?, ¿cuál va a ser el rol de las gobernaciones y los municipios?
–Fundamentales. O sea, en mi visión del desarrollo del Paraguay es imposible que el Gobierno Nacional pueda desarrollar una agenda de política pública sin la coordinación con los gobiernos departamentales y municipales. Entonces, más allá de quién administra, más allá de quién haga el pago, en el proceso operativo esto requiere una integración dentro de los diferentes niveles de gobierno. Así que, claramente, la autoridad municipal es la que está más cerca de su ciudadano. Entonces, va a ser fundamental el trabajo de la autoridad municipal y, por supuesto, también de la comunidad de padres y educadores.
–¿Qué mensaje tendría al respecto del involucramiento de los educadores y los padres de familia en este proyecto?
–La experiencia que nosotros hemos tenido y hemos vivido ahora lo estamos viviendo ahora en periodo de vacaciones, con las aulas abiertas. Realmente es impresionante cómo los padres valoran, lo que nos está llevando también a reevaluar qué es lo que podemos hacer durante el año lectivo. Porque los niños están de lunes a viernes en la escuela ¿y qué pasa los sábados y domingos? La infraestructura está ahí. ¿Qué tipo de enseñanza, de educación podemos darles? Y ahí nosotros vemos mucho involucramiento por parte de los padres. Así que yo no tengo duda de que los padres van a ser una pieza fundamental y ellos están con muchas ganas de colaborar.
–¿Qué se puede apuntar respecto a la gradualidad en términos de qué regiones serán las que empezarán este año y cuándo se estima que se alcanzaría la totalidad?
–Yo creo que va a depender y acá van a haber dos velocidades. Las velocidades que le puedan imprimir las administraciones departamentales y la velocidad que le imprima el Ministerio de Desarrollo Social, que va a centralizar todo lo que es el Área Metropolitana. El Área Metropolitana va a ser el área de mayor población, pero también están relativamente más concentrados. Y tenemos ya la experiencia que ha tenido el Ministerio de Educación y Ciencias en todo lo que es la cobertura de capital, tenemos ya algunas experiencias también en distritos del departamento Central. Así que yo creo que en ese sentido nosotros tenemos, por supuesto, la obligación de ser los primeros en avanzar. Mi interés es que esto en 2024 sea un proceso de ejecución, pero en 2025 esto tenga un 100 % de cobertura.
OPORTUNIDAD
–¿De dónde saldrán los alimentos? ¿Hay un potenciamiento del sistema de producción?
–Sí, también hay una oportunidad y ahí el desafío es cómo hacemos que esos recursos financieros, finalmente, cumplan un objetivo de segundo orden. Porque acá también es importante porque en el pasado también se pensó cómo utilizar esta política de apoyo a la agricultura familiar campesina, que es importante, pero ese objetivo nunca puede estar por delante del objetivo principal que es asegurar la alimentación y una buena nutrición. Entonces, el objetivo principal es asegurar la nutrición el 100 % del año escolar para el 100 % de los estudiantes. En paralelo, como un objetivo de segundo orden, está asegurar que ese dinero pueda generar un beneficio económico en la comunidad para personas que van a trabajar en las cocinas, en la limpieza, que puedan ser también productos que fueron sembrados y cosechados en esos departamentos.
–¿Cómo se puede dibujar la implicancia que tiene para la prosperidad de las naciones niños que acaban la escuela o jóvenes que acaban el colegio bien nutridos y bien educados?
–Es como el combustible. El vehículo no puede moverse si no tiene combustible. Y el alimento funciona de esa misma manera. El niño que no tiene alimentación probablemente no tiene fuerza, no tiene la capacidad de estar atendiendo. Entonces, es como que va al aula y como que no estuviera ahí. Entonces, yo visualizo que de la situación que hoy tenemos, que es una tragedia lo que hoy vive el Paraguay, a lo que nosotros queremos plantear muy rápidamente, esto va a generar un cambio tremendo en los próximos años en el Paraguay. Así que yo creo realmente que esto nos va a permitir visualizar también el poder que tiene una política pública. La fortaleza de la política pública es que se construye sobre la base de la evidencia científica. ¿Y cuál es la evidencia científica? El niño que no está alimentado no puede desarrollarse.
CONDICIÓN NECESARIA
–Igual no es fácil de explicar que reforzando el almuerzo escolar tendremos mejores diputados y mejores presidentes.
–Es una condición necesaria, pero no es suficiente. Nosotros no podemos asegurar de que seamos una nación más desarrollada solamente por esta medida, pero podemos asegurar que nunca seremos una nación desarrollada si no tomamos esta medida. Entonces, esto es una condición necesaria, pero no es suficiente. Esto tiene que ser complementado con otro tipo de medidas. Cuando hablaba con los intendentes, cada uno hablaba de lo que iban a perder, pero ninguno habló de lo que íbamos a ganar, porque en realidad los que van a ganar son los niños. Y ahí es donde uno ve la importancia de entender el funcionamiento de la política pública, porque la política pública hace que nos desprendamos del interés personal y pensemos en un interés colectivo.
–¿Qué expectativas tiene respecto del debate parlamentario y el voto en este tema?
–Yo creo que se ha allanado bastante. Por supuesto que van a haber algunas voces disonantes que no van a estar de acuerdo. El rol de la oposición, así lo ha demostrado a lo largo de estos seis meses, a lo largo de todas las discusiones, ha sido de manera consistente un voto en contra de los proyectos del Gobierno que claramente van a traer beneficios para la ciudadanía, pero estamos convencidos de que así como hemos tenido un apoyo mayoritario a lo largo de estos seis meses, con el camino transcurrido, con el diálogo, con la apertura también, porque muchos ponen de una manera peyorativa la reculada, y en realidad es la capacidad de poder entender que hay un objetivo tan noble, que ese objetivo noble bien vale tener que abrir la mente y tener que hacer una apuesta todavía mayor.
–¿Y cómo se proyecta que esta iniciativa impacte en el tema de la salud?
–El tema de la nutrición, que es un eje de hoy, que no es tanto una siembra para el mañana, sino tiene relación con lo que puede pasar la próxima semana con un niño que empieza un proceso de mejor nutrición. Hoy sabemos tanto sobre el proceso de desarrollo del niño cómo romper ese círculo vicioso de la pobreza y construir un círculo virtuoso que permita que haya una mejora y que se rompa ese paso de generación en generación. Pero nosotros tenemos que entender que esto no solamente es una apuesta al futuro, es una apuesta principalmente al presente, porque ese niño que hoy no está recibiendo una alimentación es un niño desmotivado, un niño sin ganas de vivir, un niño que puede estar pasando por enormes problemas sociales de relacionamiento. Un pararrayo de diversas enfermedades. En realidad esto va a ser una política pública que va a atacar el centro neurálgico de gran parte de los problemas que tiene hoy una familia en situación de vulnerabilidad. Entonces, el impacto y las externalidades que esto va a tener son tremendos.
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Malas calificaciones: ¿solo un problema de voluntad?
En esta entrevista con La Nación/Nación Media, la doctora en Psicología María Alexandra Vuyk aborda la temática de los trastornos del aprendizaje a fin de orientar hacia un mejor acercamiento conceptual que permita mejores prácticas en el contexto de la crianza y en el vínculo educador/educando.
- Por Jimmi Peralta
- Fotos: Eduardo Velázquez / Archivo
La expresión “febreristas” para referirse a los aplazados en periodo ordinario dentro del régimen escolar ya quedó casi en el olvido, así como la juventud de aquellos que la utilizaban décadas atrás entre pares como una broma y entre quienes muchos ya son padres.
Otrora se creía casi unánimemente que el “febrerista” era sinónimo de vagancia y poco interés, y que las buenas calificaciones representan compromiso y capacidad superior. La verdad es que no puede asumirse que la evaluación realizada por el sistema educativo nacional es un parteaguas tan claro entre los que se esfuerzan y los que no, entre los capaces y los que no lo son.
Malas o buenas calificaciones son solo signos y están lejos de ser una fotografía completa. Muchas veces no poder comprender la complejidad de cada individuo hace que muchos padres y docentes presionen y juzguen a sus hijos y alumnos, poniendo como parámetro a sus iguales, sean hermanos o compañeros, exponiéndolos a procesos que tienen su origen en la ignorancia del mundo adulto.
Las cifras del Ministerio de Educación y Ciencias arrojan que el porcentaje de no aprobados ronda el 6 %. Sin embargo, problemas como la falta de compresión lectora o capacidades no adquiridas para realizar operaciones matemáticas son del 90 % y el 70 %, respectivamente, según los resultados del PISA 2021. Es decir, la gran mayoría de aprobados dentro del ámbito de la educación formal no cuentan realmente con las capacidades que se supone que tienen.
Poder aprender no se restringe al ejercicio de voluntad y no es igual para todos. No se aprende solo porque se quiera aprender. Además de la capacidad intelectual, existen dentro del proceso de aprendizaje impedimentos o problemas que pueden estar obstaculizando el mejor desarrollo y rendimiento académico de los discentes.
–¿Las calificaciones escolares hablan del esfuerzo o de la capacidad de aprendizaje del estudiante?
–Necesita generalmente de ambos; mucho esfuerzo y poca capacidad no compensa, mucha capacidad y cero esfuerzo tampoco llega a nada.
–¿Buenas o malas calificaciones dentro del sistema escolar son signos claros de alguna de las capacidades?
–Tener buenas calificaciones significa saber hacer lo que le piden en ese contexto. Ahora, si siempre hay malas calificaciones, eso nos tiene que llamar la atención y tenemos que accionar.
MÚLTIPLES FACTORES
–¿Hay algo conductual o emotivo que suele acompañar o generar este tipo de trastorno?
–Hay varios factores conductuales y emocionales que pueden coexistir o incluso contribuir a los trastornos del aprendizaje. Pueden sentir frustración, baja autoestima, ansiedad y falta de motivación, etc. Estos sentimientos pueden surgir como respuesta a las dificultades constantes que enfrentan en la escuela. Además, el estrés emocional puede afectar de forma negativa la capacidad para concentrarse, organizar información y aprender de manera efectiva. La evidencia apunta a que hay una combinación de genética y ambiente.
–Además del ámbito educativo, ¿qué tipo de signos o señales pueden alertar a los padres sobre esta condición?
–Fuera del ámbito educativo, hay varios signos y señales que pueden alertar a los padres sobre la posibilidad de un trastorno del aprendizaje. Por ejemplo, dificultades en la comunicación, problemas para seguir instrucciones, organizar pensamientos de manera coherente o entender juegos de palabras y chistes. Parece como que a veces no te entiende.
También se presentan retrasos notables en el desarrollo del habla, la lectura, la escritura o las habilidades matemáticas comparados con otros niños de la misma edad. Asimismo, problemas para organizar sus cosas, seguir rutinas o gestionar el tiempo; vos le ves que se esfuerza muchísimo y que sigue sin lograrlo. Dificultades para recordar detalles de conversaciones o instrucciones, o para memorizar información básica. Le hablás y parece que no te escucha. También pueden presentarse dificultades para interpretar las señales sociales que nos dan las otras personas, participar en juegos de grupo o hacer amigos. Evitar tareas de lectura o escritura, no querer irse a la escuela o participar en actividades que impliquen una dificultad y cambios emocionales como irritabilidad, baja autoestima o cambios de humor que no parecen tener otra causa.
–¿Qué se debe hacer en caso de que se presenten estos síntomas?
–Esto no necesariamente indica un trastorno del aprendizaje por sí solo. Sin embargo, si la familia observa varios de estos comportamientos de forma persistente, podría ser útil buscar una evaluación profesional en el sector público (centros de salud, hospitales) o consultorios privados de psicología educacional o psicopedagogía. Cuanto antes mejor para ayudar a los niños a desarrollar estrategias para manejar sus dificultades.
MEJORAMIENTO EN EL DIAGNÓSTICO
–¿Déficit de atención, dislexias son trastornos comunes en la actualidad?
–Siempre existieron. Ahora tenemos mejores herramientas de detección y mejores acompañamientos, por eso parece que ahora es más común. Sin embargo, si le sacamos la etiqueta y pensamos en términos de conductas, si empezamos a ir hacia atrás y pensar en familiares cercanos, podemos encontrar a ese tío que “no terminó el colegio porque nunca consiguió pasar química” o alguien que escribe con mil errores o que no entiende lo que lee.
–¿Existe alguna negación de los padres que evita un diagnóstico respecto a un trastorno de aprendizaje?
–Muchas veces existe negación. “Es kaigue nomás”, “por akãne se aplazó”, “cinto lo que le falta”, “en mi época no nos íbamos al psicólogo”, “mamá solucionaba todo con zapatilla” y demás joyitas y perlitas que escuchamos a veces.
–¿Cómo afectarían estas dificultades de aprendizaje a los niños en cuanto a su autoestima y afectividad?
–Si está mal manejado, afecta. Si notan que les cuesta más aprender que a los demás, esto puede hacerles sentir mal, dudar de sí mismos y aislarse. Sobre todo, esto puede ser muy problemático si solamente reciben retos y castigos por su bajo desempeño en vez de recibir apoyo. Por el contrario, si está bien manejado, adquieren herramientas para entender las diferencias que tienen, aceptando la diversidad que tenemos todas las personas. Es importante hablarles sobre sus fortalezas, asegurarles que todos enfrentan dificultades y que están para apoyarlos. Ayudarles a ver lo que hacen bien y fomentar su confianza es demasiado importante para que se sientan capaces.
–¿Qué orientación básica se puede proponer a los padres que observan un bajo rendimiento académico de sus hijos?
–Abordar el bajo rendimiento académico necesita mucha paciencia y comprensión. Cada niño es único y puede necesitar diferentes estrategias para superar sus dificultades. Lo más importante es mostrarles apoyo incondicional y creer en su capacidad para mejorar y tener éxito, a la par de darles las ayudas que necesitan.
¿Qué hábitos o prácticas pueden mejorar la performance cognitiva de los estudiantes?
1. Observar y dialogar: presten atención no solo a las notas, sino también a cómo se sienten sus hijos respecto a la escuela o el colegio. Hablen con ellos sobre sus experiencias y dificultades de una manera abierta y sin juicios. Sobre todo, escúchenles, no hace falta tener todas las respuestas, sino a veces solo un oído amigo es necesario.
2. Colaborar con los profesores: tengan una comunicación directa con los docentes para entender mejor las áreas de dificultad y obtener recomendaciones específicas para apoyar a sus hijos en casa. Anímense a irse a las reuniones con profes, es muy importante ser un equipo entre familia y colegio.
3. Evaluar otras causas: consideren si hay factores externos afectando el rendimiento, como problemas emocionales, dificultades en casa o incluso condiciones de salud, como problemas de vista o de oído.
4. Apoyo profesional: si sospechan de un trastorno de aprendizaje o de atención, una evaluación profesional puede ser muy útil. Profesionales en psicología educacional o psicopedagogía pueden hacer diagnósticos y estrategias de intervención.
5. Refuerzo positivo: fomenten una actitud positiva hacia el aprendizaje, celebrando los esfuerzos y progresos, no solo las buenas notas. Ayuda a construir confianza y motivación.
6. Establecer una rutina: una rutina de estudio regular, en un espacio tranquilo y organizado, puede mejorar la concentración y la eficacia del tiempo de estudio.
7. Herramientas adicionales: busquen recursos educativos que puedan ayudar a sus hijos a entender mejor el material, como profes particulares, apps, hasta videos en Tiktok. En la pandemia surgieron muchísimos profes virales en Tiktok enseñando muchas cosas muy bien.
8. Enseñar habilidades de estudio: a veces, los niños necesitan ayuda para aprender habilidades de estudio que les sirvan, como tomar notas, gestionar el tiempo que tienen para hacer sus tareas y estudiar, y prepararse para los exámenes.
Criterios de diagnóstico
Estos son algunos de los signos que pueden encontrarse:
- Lectura de palabras imprecisa o lenta con esfuerzo (por ejemplo, lee palabras sueltas en voz alta incorrectamente o con lentitud y vacilación, con frecuencia adivina palabras, dificultad para expresar bien las palabras).
- Dificultad para comprender el significado de lo que lee (puede leer un texto con precisión, pero no comprende la oración, las relaciones, las inferencias o el sentido profundo de lo que lee).
- Dificultades ortográficas (puede añadir, omitir o sustituir vocales o consonantes).
- Dificultades para la expresión escrita (comete múltiples errores gramaticales o de puntuación en una oración, organiza mal el párrafo, la expresión escrita de ideas no es clara).
- Dificultades para dominar el sentido numérico, los datos numéricos o el cálculo (comprende mal los números, su magnitud y sus relaciones, cuenta con los dedos para sumar números de un solo dígito en lugar de recordar la operación matemática como hacen sus iguales, se pierde en el cálculo aritmético y puede intercambiar los procedimientos).
- Dificultades con el razonamiento matemático (tiene gran dificultad para aplicar los conceptos, hechos u operaciones matemáticas para resolver problemas cuantitativos).
Fuente: Manual DSM-5 (“Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” de la American Psychiatric Association)