POR MARTÍN VILLAGRA, periodista, martin.villagra@gruponacion.com.py
El partido no fue excelente, ganó en emociones y fricciones en el segundo tiempo tras un inicio peleado, golpe a golpe y carente de mayores precisiones.
Libertad se recuperó en el torneo tras la derrota frente a Nacional y dio el golpe bajo al 12 de Octubre en Itauguá, cuyas chances en el acumulativo de puntos de la temporada disminuyen, igual que en el promedio.
Hay que contar con los dedos las escasas ocasiones de gol en el período inicial, que tuvo un arranque prometedor, pero que lentamente fue cayendo en la monotonía y las imprecisiones. Las ganas no fueron suficientes para ayudar a pensar en mejor resultado.
Libertad tuvo más el control de la pelota. El 12 de Octubre trató de ser ordenado y picante para dañar en ofensiva de contragolpe.
En el momento menos pensado llegó el tanto apertura, al inicio del segundo tiempo. Julio Enciso guapeó hasta el fondo y remató al arco. El disparo fue desviado por el buen arquero docista Mauro Cardozo. El rebote lo tomó en buena forma y posición ideal al carrilero Matías Espinoza, quien de un cañonazo marcó el golazo, que sirvió para la apretada diferencia.
El 12 de Octubre fue un equipo peleador, le puso ganas, pero le faltó claridad y precisión. Martilló cerca del final, principalmente en los últimos minutos y luego de la expulsión del defensor central liberteño Javier Báez, quien vio la tarjeta roja por reiteración de faltas.
Óscar “Tacuara” Cardozo tomó protagonismo cuando ingresó al promediar el segundo tiempo y perdonó de cara al gol con dos buenas chances, una de ellas propició la salvada del arquero Mauro Cardozo. En tiempo agregado de recuperación, el 12 de Octubre tuvo el empate en los pies de Julio Doldán, pero el arquero Martín Silva, de pocas, pero justas intervenciones, le impidió una acción clara de conquista.
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Embajadora española remarcó la relación “inabarcable” con el Paraguay
Por Carlos Miguel Giménez, carlos.gimenez@nacionmedia.com
La celebración de la Fiesta Nacional de España en Asunción propició el destaque de la relación bilateral con el Paraguay, que la embajadora española Carmen Castiella Ruiz de Velasco consideró como “inabarcable” durante su discurso en el acto celebrado ayer viernes en su residencia diplomática. La recepción contó con distinguidos invitados, ante la representación de 54 marcas españolas presentes en el país.
También participaron los jóvenes de la selección española de hockey que obtuvieron la medalla de oro en las Olimpiadas Especiales que se desarrollan en la capital paraguaya; al igual que el cineasta español de animación Cooke Riobó, ganador de un premio Goya, que integra el programa cultural “Aires de España”, en el marco de esta conmemoración de la Madre Patria.
La Fiesta Nacional fue instituida el 12 de octubre por decreto del año 1892 por la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena, en conmemoración del Descubrimiento de América. La diplomática Castiella dijo que enorgullece a España compartir y formar parte de esa “identidad iberoamericana” construida por la historia, y saludó la Ley de Memoria Democrática que permite reparar la recuperación de la nacionalidad española en su país.
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Destacó la relación bilateral “por la riqueza y la diversidad de los vínculos que unen a Paraguay y España”, añadiendo “unas relaciones económicas-empresariales muy sólidas, puesto que algunas de las mayores empresas de España están presentes en Paraguay desde hace años construyendo su prosperidad, generando empleo de calidad. Pero, sobre todo, estamos trabajando para atender el interés creciente que Paraguay despierta en España, y hacer que ese interés se concrete en nuevas inversiones”.
La embajadora de España indicó también el objetivo de potenciar las relaciones comerciales: “En el último año, las exportaciones en comidas y bebidas se incrementaron un 20 %”, mencionó. Además, realzó la labor de la oficina de cooperación, con casi 50 años de presencia local, al igual que el Centro Cultural de España “Juan de Salazar”, que cumplirá 50 años en el 2026.
“Verdaderamente creo que tenemos lazos de fraternidad, lazos históricos, lazos de lengua, lazos empresariales, lazos de cooperación”, afirmó la embajadora Castiella. “Pero también se suma la sintonía que mantenemos España y Paraguay en la defensa de un orden internacional basado en normas, un orden internacional en que no rige la ley del más fuerte, de defensa de los derechos humanos y de búsqueda incansable de la paz, además de la búsqueda pacífica de cualquier contencioso”.
En un pasaje de su discurso, la anfitriona invitó a disfrutar de la segunda edición de la Ruta de la Tapa, que acontecerá del 24 al 27 de octubre en los mejores restaurantes de Asunción, con “los mejores platos y caldos españoles”. La agenda de “Aires de España” continúa con un ciclo de cine en el Centro “Juan de Salazar”, visitas guiadas al Palacete Peris (17 y 23 de octubre), el evento Teko Juande (19 de octubre) y un encuentro de Cooperación Española (28-31 de octubre). Programa completo.
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12 de octubre de 1813: ¿la verdadera Independencia?
Paulo César López, paulo.lopez@nacionmedia.com - Fotos: Secretaría Nacional de Cultura (SNC)
En 2011 el Paraguay se vistió de gala para albergar los festejos centrales del Bicentenario de la Independencia, que tuvieron su epicentro el 14 y 15 de mayo en Asunción. Sin embargo, al mismo tiempo emergieron otras voces que cuestionaban la efeméride celebrada y apuntaban a otra fecha, específicamente el 12 de octubre de 1813, como el verdadero momento en que el Paraguay se constituyó en una nación independiente.
En aquel fervoroso año de 2011 una de las visitas más aclamadas que tuvo nuestro país fue la del historiador norteamericano Richard Alan White (1944-2016), autor de “La primera revolución popular en América, Paraguay 1810-1840″, publicado originalmente en 1978 bajo el menos apologético título de “Paraguay’s autonomous revolution, 1810-1840″.
White sostuvo entonces en declaraciones a la prensa que en el Paraguay se ha falsificado la historia con la instalación del 14 y 15 de mayo de 1811 como fecha de la Independencia. Según mencionó, consta en documentos de la época de Carlos Antonio López que la Independencia era celebrada por aquel tiempo el 12 de octubre, lo que según el autor sería cambiado por los legionarios que gobernaron el Paraguay tras la guerra contra la Triple Alianza y que se caracterizaron por su posición antifrancista y antilopista.
El autor norteamericano califica en su obra a la asamblea que inició sus deliberaciones el 30 de setiembre de 1813 como “el primer congreso popular de América Latina”. Este contó con la participación de más de 1.100 delegados “que fueron elegidos por elecciones populares y libres, por todos, o la mayoría de sus respectivos habitantes”, según las instrucciones de la Junta al Cabildo de Pilar del 26 de agosto de 1813.
“En una sesión general en su día final, 12 de octubre, el congreso ratificó oficialmente ‘el plan de gobierno propuesto por el Dr. Francia’. (…) Como se publicó en el bando del 21 de octubre de 1813, la primera asamblea auténticamente popular en América Latina, facultada a establecer su propia forma de gobierno, anunció orgullosa la creación de la primera nación autónoma en América Latina: la República del Paraguay”, escribe White.
En la asamblea se nombró como cónsules a Gaspar Rodríguez de Francia y a Fulgencio Yegros, aunque el primero ejercería el liderazgo de hecho ocupando el cargo durante dos de los tres cuatrimestres anuales.
CONTEXTO
Antes de ahondar propiamente en el Reglamento de Gobierno, de cuya aprobación se cumplieron el pasado 12 de octubre 210 años, es preciso hacer una revisión somera de los hechos que le precedieron.
El imperio español se hallaba en aquellos primeros años del siglo XIX en una profunda crisis. El 6 de mayo de 1808, el rey Fernando VII y su padre Carlos IV abdicaron al trono español a favor de Napoleón, quien había invadido la península ibérica el año anterior e impuso en el cargo a su hermano José Bonaparte.
Ante estos hechos, el Paraguay, al igual que las demás provincias del Río de la Plata, manifestó su lealtad al rey depuesto. En cambio, se reivindicó que en tanto el monarca permaneciera imposibilitado de ejercer su soberanía, los pueblos hispanoamericanos tenían el derecho de autogobernarse y no depender del Consejo de Regencia que se había conformado para gobernar en ausencia del rey.
En mayo de 1810, los vecinos de Buenos Aires desplazaron al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y pretendieron investirse del derecho a gobernar los territorios que estuvieron bajo el dominio del Virreinato del Río de la Plata. Con vistas a ello convocaron a un congreso a fin de decidir la forma de gobierno de las provincias que lo constituían.
En tanto, en julio de 1810, luego de las deliberaciones de un cabildo abierto, la entonces Provincia del Paraguay desconoció la autoridad de la junta bonaerense. En represalia, esta dispuso el bloqueo del Paraguay y envió una expedición al mando de Manuel Belgrano, que fue derrotada en las batallas de Tacuary y Paraguarí. Sin embargo, al principio corrió la voz sobre la derrota de los paraguayos, lo que sumado a la rauda huida del campo de batalla del entonces gobernador intendente Bernardo de Velasco Huidobro despertó la alarma en la élite española residente en Asunción, que se embarcó a la ciudad de Montevideo, que permanecía como un bastión realista.
La decadencia del poder español, la conducta pusilánime de sus funcionarios y la victoria militar sobre las tropas porteñistas fueron fundamentales para el afianzamiento de una conciencia de autodeterminación en la élite criolla.
A más de ello, a pesar de haber sido derrotado militarmente, el mensaje de Belgrano sobre la conveniencia de una unión con Buenos Aires tuvo receptividad en cierto sector de la oficialidad paraguaya. A raíz de ello, el gobernador Velasco avanzó en tratativas con Portugal con el objetivo de trabar una alianza para combatir las aspiraciones porteñistas. Los criollos temieron, con justificados motivos, que el pacto terminaría en la práctica en una subordinación al vecino imperial.
LOS HECHOS SE PRECIPITAN
La chispa que terminó de hacer estallar el movimiento de mayo fue el acercamiento entre Velasco y Portugal para precautelar los intereses españolistas ante el acecho de Buenos Aires. Esta aproximación con Portugal vendría a precipitar un movimiento que ya venía gestándose, pero que debió adelantarse ante el inminente acuerdo entre el gobernador intendente y la potencia lusa como evidenciaba la misión que cumplía por esos días en nuestra capital el teniente José de Abreu.
En la intimación que Pedro Juan Caballero envió a Velasco el 15 de mayo se expresa que “en atención a que la provincia está cerca de que habiéndola defendido a costa de su sangre, de su vida y de sus haberes del enemigo que le atacó, ahora se va a entregar a una potencia extranjera, que no la defendió con el más pequeño auxilio, que es la potencia portuguesa, este cuartel, de acuerdo con oficiales patricios, y demás soldados, no puede menos que defenderla con los mayores esfuerzos”.
El 16 de mayo se conformó un triunvirato que estuvo integrado por el mismo Velasco (quien fue destituido el 9 de junio de 1811), además del español Juan Valeriano Zeballos y el doctor Francia. En un bando emitido al día siguiente se comunicó la instalación del gobierno provisorio hasta el establecimiento del “régimen y forma de gobierno que debe permanecer y observarse en lo sucesivo”.
Se rechazó además que los sublevados tengan el propósito de “entregar o dejar esta provincia al mando, autoridad o disposición de la de Buenos Aires, ni de otra alguna y mucho menos sujetarla a ninguna potencia extraña”.
Asimismo, el documento declara que el objetivo es “sostener y conservar los fueros, libertad y dignidad (de la provincia) reconociendo siempre al desgraciado soberano bajo cuyos auspicios vivimos, uniendo y confederándose con la misma ciudad de Buenos Aires para la defensa común y para procurar la felicidad de ambas provincias y las demás del continente bajo un sistema de mutua unión, amistad y conformidad, cuya base sea la igualdad de derechos”.
Así, al principio el movimiento se declaró leal al rey y no reivindicó propiamente la Independencia. No obstante, los historiadores Ricardo Scavone Yegros y Liliana Brezzo sostienen en su obra “Historia de las relaciones internacionales del Paraguay” que esta “fidelidad era invocada de manera puramente formularia” y que el “Paraguay fue independiente de hecho desde 1811 y de pleno derecho desde 1813, pero solo gestionó o buscó el reconocimiento internacional de su independencia a partir de 1842 (Declaración de la Independencia del 25 de noviembre), desplegando para obtenerlo una acción diplomática que alcanzó su objetivo en 1852 (reconocimiento por parte de la Confederación Argentina el 15 de julio tras la derrota de Juan Manuel de Rosas ante Justo José de Urquiza)”.
Para estos autores, el 12 de octubre de 1813 “surgió, de pleno derecho, el Estado paraguayo y se rompió todo lazo con España y con Buenos Aires”.
EL REGLAMENTO DE GOBIERNO
Es preciso subrayar que por entonces el gobierno de Buenos Aires pretendía anexar al Paraguay a su territorio y lo consideraba una provincia rebelde. En un ambiente poco propicio para cualquier entendimiento por las trabas comerciales y promesas de ayuda no prestadas de una y otra parte, en el segundo semestre de 1812 el gobierno de Buenos Aires convocó a la Asamblea General Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata instando a la entonces Provincia del Paraguay a enviar diputados. La Junta Superior Gubernativa decidió no designar representantes.
Ante ello, a principios de 1813, la ex cabeza virreinal envió una misión liderada por Nicolás de Herrera para convencer al Paraguay de que participe de la asamblea y acepte la anexión a Buenos Aires bajo promesas de trato igualitario.
A fin de deliberar sobre esta propuesta, se convocó a un congreso para el 30 de setiembre de aquel año, que como ya se mencionó tuvo una participación de más de 1.000 diputados y que se realizó en el templo de Nuestra Señora de la Merced, actual plaza de la Democracia. De esto resultó la elaboración de un Reglamento de Gobierno, que constaba de 17 artículos y que fue aprobado el 12 de octubre de 1813.
En su primer artículo se rechaza el envío de diputados a la asamblea convocada por Buenos Aires y se nombra como “cónsules de la República del Paraguay” a Gaspar Rodríguez de Francia y a Fulgencio Yegros.
De esta manera, el Paraguay se convirtió en la primera República de América del Sur. Este es el primer documento de carácter constitucional de nuestro país, aunque el jurista Luis Lezcano Claude advierte que no se trata propiamente de una constitución por carecer de parte dogmática y de una declaración de derechos de los ciudadanos.
Sobre aquel congreso, el historiador Herib Caballero Campos, en su obra “Proceso de la Independencia paraguaya (1780-1813)”, cita un informe del británico Juan Parish Robertson según el cual Francia “imbuyó a las clases más bajas (de las que siete octavos de los diputados al congreso estaba compuesto) con una sospecha profunda y fuerte, de que el único objetivo de Buenos Aires al enviar un embajador al Paraguay era el de sujetarlo a sus propias visiones ambiciosas, y de envolverlo en sus propios principios revolucionarios para la promoción de sus propias traicioneras finalidades”.
Luego cita el punto dos de la declaración, que “Deja investido el Gobierno de la Provincia en los Cónsules, que se denominarán de la República del Paraguay y usarán por divisa de la Dignidad Consular el sombrero orlado de una franja azul con la escarapela tricolor de la República. Tendrán jurisdicción en todo igual, la que ejercerán unidamente y de conformidad. En su consecuencia, todas las providencias de Gobierno se expedirán precisamente firmadas por los dos”.
Se establecía además que la principal obligación de los cónsules sería la “conservación, seguridad y defensa de la República con toda la vigilancia, esmero y actividad que exigen las presentes circunstancias”.
“De esta forma quedaba constituida la República del Paraguay, pues el nuevo gobierno ya no era en nombre de Fernando VII, ni mucho menos dejaba abierta la posibilidad de una confederación con otras provincias. Los congresistas paraguayos habían decidido su rumbo en virtud de las difíciles relaciones económicas que se tuvieron con Buenos Aires y las demás provincias del disuelto Virreinato del Río de la Plata”, asevera Caballero Campos.
Para este autor, uno de los aspectos más relevantes de este proceso independentista, al igual que en el resto del continente, fue la superación del antiguo régimen y del vínculo hasta entonces existente entre el poder de los habitantes, que pasan a ser ciudadanos con capacidades civiles plenas, aunque esta condición se limitaba al varón propietario, comerciante o labrador.
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Amor al Decano: #TBT de un momento épico en el Manuel Ferreira
El Decano está en la cima del torneo local y qué mejor momento que este jueves de #TBT para recordar el fanatismo de una pareja por su club. Se trata de Diana y Carlos, quienes después de casarse por iglesia, acudieron al estadio Manuel Ferreira para alentar a Olimpia frente al 12 de Octubre, todo, vestidos de gala.
Diana Miranda y Carlos Sforza unieron sus vidas en matrimonio en la iglesia Domingo Savio, alrededor del mediodía, para luego disfrutar de un almuerzo y seguir festejando su boda, nada más y nada menos que en la cancha! Así fue como llegaron, ella con su vestido y él con su traje, a alentar a su club.
La flamante esposa le contó a Popular que ya tenía conocimiento de que su marido quería ir ese día a ver el partido y todo conspiró para que así sea. Carlos le dijo, “vamos a ir a la cancha y si nos vamos así vestidos no importa, pero de que vamos, vamos” y empezó a dispachar a los invitados que quedaban. Salieron corriendo y llegaron cinco minutos antes de que comience el partido.
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“Yo soy argentina y primero me llevaba mi hijo, que es cerrista, a la cancha. Mi marido se enojaba porque me iba, después comenzó a llevarme él y ahí conocí el amor. Bueno, llegamos a casa a bajar las cosas y él me dijo ‘vamos’; respondí ¿así vestidos? y contestó, ‘ya no hay tiempo para cambiarnos’. Salimos al vuelo y llegamos 5 minutos antes”, relató Diana a Popular.
La presencia de la pareja de recién casados no pasó desapercibida en la cancha y fue ovacionada por el publico, que le brindo aplausos y gritos de felicitaciones, ademas, quedaron en la historia del futbol por su pasión por el Decano.
“La gente nos recibió con locura, aplausos y gritos. Fue una experiencia única e inolvidable. Aclaro que no fue preparado y los que decían que es bola, por el anillo de él, que estaba en otro dedo, es porque le quedó chico”, concluyó. ¿Harías lo mismo que Diana y Carlos?
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Guapo Guaireña empata ante el 12 de Octubre
Guaireña peleó cada pelota con mucha fuerza y convicción para lograr una paridad ante 12 de Octubre, que desde los 9 minutos jugó el partido con hombre más por la expulsión con roja directa de Rosalino Toledo. Esta tempranera baja sufrió la visita, pero con determinación fue cerrando los caminos al equipo itaugüeño, que intentó, mas no encontró el camino ni la claridad para vencer al arco de Espínola.
Héctor Marecos se jugó todo, metió a Dionicio Pérez por el defensor Francisco Manenti para potenciar la ofensiva con Martín Batallini, pero no dio el rédito esperado. Tampoco marcaron la diferencia con los ingresos de Jorge González y Gustavo Velázquez.
Mientras que Guaireña creó peligros aunque sin tanta claridad con la potencia y velocidad de Feliciano Brizuela, la movilidad y habilidad del ingresante Cristian Ocampos.
El 12 desperdició una brillante oportunidad de sumar de a tres para mejorar el promedio, en tanto que los villarriqueños sacan un punto muy importante pensando en una clasificación internacional.