- POR MARTÍN VILLAGRA
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Es cierto que hay mucho por corregir y ajustar en Olimpia, como la pasividad, la falta de ideas y precisión para generación de fútbol, que fue evidente en el primer tiempo, que concluyó con victoria parcial de un mejor River.
El Kelito rompió el cero cerca del final del primer tiempo. Víctor Dávalos remató al arco un tiro libre tras falta previa de Saúl Salcedo. El remate fue potente, picó antes de llegar, propiciando el rebote del arquero Alfredo Aguilar. Ahí apareció justo Mario Otazú, para con el muslo y de atropellada anotar el tanto de apertura.
Para el segundo tiempo quedó lo mejor, con otro Olimpia, decidido a cambiar su suerte. Con el ingreso de Walter González, como referente de área tras sustituir a un poco productivo William Mendieta.
Alejandro Silva, de tiro libre, pronto puso el empate. El arquero Daniel Azcona fue a buscar al otro lado y resbaló. Con mucha confianza tras la igualada, tomando la iniciativa, Olimpia estaba cerca de darlo vuelta. River se complicaba, cortando el juego con faltas, mientras preparaba el ingreso del siempre inquietante Dionicio Pérez, para darle mayor peso a la ofensiva del Kelito.
Raro, curioso y hasta incómodo resultó el cambio del defensor franjeado Saúl Salcedo, quien venía de una lesión y se prefirió no arriesgarlo al sentir algunas molestias, pero el citado salió quejándose por su salida.
El empate le había dado otro ánimo al Olimpia, que llegó al desequilibrio mediante el cabezazo de Jorge Recalde, otro que entró para apoyar y forzar la ofensiva. El centro fue exacto de Alejandro Silva, quien desbordó por la derecha y cruzó la pelota para la definición del compañero.
River presionó y enredó en un intento por reaccionar a la desesperada. Ya estaba en el campo Pablo Zeballos. Un remate de Luis Cabral, que salió por poco desviado, y otra ejecución rasante de Fredy Vera fueron las más peligrosas aproximaciones.
En el golpe a golpe, Walter González puso a trabajar un par de veces al arquero Azcona. El Olimpia cuidó su última línea, dio pelea, quemó algunos segundos y el partido se fue friccionado con una fuerte entrada de Luis Cabral sobre Walter González, que concluyó con los dos amonestados, el de Olimpia por reclamar de mala manera.
“Contento, es una victoria anímica”
En cuanto a cómo influye el triunfo en lo anímico, el DT de Olimpia, Álvaro Gutiérrez, señaló: “La verdad, que mucho. Me voy muy contento, no tanto por el juego, pero es una victoria anímica. A nosotros nos viene bárbaro. Cuando hay una crisis en un equipo grande, este tipo de victorias, y más dando vuelta el resultado, me deja muy feliz. A partir de eso, y trabajando con solidaridad, humildad, capacidad tienen de sobra”.
Al explicar el cambio del defensor Saúl Salcedo, quien protestó al salir de la cancha, apuntó: “Saúl viene arrastrando una lesión, que al dos por tres se le carga mucho al aductor, que corre peligro de romperse. Si se rompe el aductor, estamos hablando de muchos meses de recuperación y nosotros no nos podemos dar el lujo de eso”.
Por último, fue sincero en su apreciación de que el plantel aún no plasma en la cancha las indicaciones del técnico.