San Pablo, Brasil. AFP.

Con la final del Mara­caná aún planeando, Brasil y Argentina se citan hoy en San Pablo para una nueva edición del clásico en el que Neymar y Messi, otra vez compañeros de club, lucharán por el dominio de Sudamérica.

El pecho de los argentinos aún está hinchado por el título de la Copa América arrebatado a la Seleção en el templo carioca en julio. Aunque dolidos, los brasi­leños, amos del premundial, se preocupan más por formar un once competitivo antes que por vengarse de su eterno rival. Bra­sil confirmó su poderío en la vic­toria a Chile (1-0) en Santiago el jueves, que marcó el récord de siete victorias consecutivas en el arranque del premundial. “Conseguir siete victorias es un hecho para la historia. ¡Que venga la octava!”, avisó Everton Ribeiro, autor del gol. Aún sin ritmo, Neymar comandará la mermada ofensiva local frente al once de su amigo y nueva­mente compañero de equipo, esta vez en el PSG, Lionel Messi.

Necesitado de reencontrarse con el triunfo, Uruguay recibe a Bolivia, donde a pesar de todo se mantiene en zona de clasificación directa, en tanto la Verde afronta un escena­rio complicado. Los dirigidos por Óscar Tabárez no ceden su posición en la tabla, donde con­tinúan en un cuarto lugar que les da un boleto directo a Qatar.

Un reanimado Ecuador y un trastabillante Chile se miden en Quito. El primero por afir­marse en zona de clasificación y el segundo por puntos que le devuelvan la vida. La tricolor no afloja la tercera posición, retomando la senda del triunfo para dejar de lado a la suerte, que venía jugando a su favor. La Roja a su vez tropezó en casa ante la verdeamarilla, en una derrota (1-0) más que amarga porque en gran tramo superó a un deslucido equipo de Tite, que festejó su séptima victoria en línea.