Miguel Samudio fue uno de los destacados de Luqueño en el empate sin goles frente a Cerro Porteño en ocasión del partido inaugural del torneo Clausura.
El lateral se emocionó y dejó escapar algunas lágrimas al final del partido durante la entrevista para la TV. En ese momento, recordó los sinsabores que pasó durante seis meses en los que no tuvo trabajo y en plena pandemia tras su salida de Sol de América.
El futbolista, de 34 años, quien tiene un recorrido importante en el fútbol, incluso fue integrante de la selección mayor paraguaya en su momento, valora el hecho de contar con “un trabajo en Luqueño”.
“Aprendí que no solamente no teniendo trabajo hay que aferrarnos a Dios, sino también cuando uno lo tiene. Hay que agradecerle siempre. Jugué cada pelota, como si fuese la última”, dijo Samudio en charla con “Versus radio” por Universo 970 AM. El futbolista está feliz por su regreso, aunque reconoció que todavía se siente pesado y debe mejorar la parte física.