• POR MARTÍN VILLAGRA
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La diferencia fue abis­mal. Lo liquidó pronto con enorme practi­cismo, velocidad, lujos y tres goles en poco más de media hora. En el segundo tiempo, solo había que esperar cuanto era de abultado el resultado final, periodo en el que llega­ron otras tres conquistas.

Libertad está a pasos de un nuevo título tras una tre­menda goleada sobre Guaraní, parecida a esas que se dan en el tenis (6-1). Si Olimpia hoy no le gana, o empata con Nacional, el Gumarelo se consagrará como el campeón del torneo Apertura dos fechas antes y “mirando por TV”.

Óscar “Tacuara” Cardozo, Rodrigo Bogarín, Héctor Villalba y Antonio Bareiro se divirtieron en la ofensiva para castigar con inteligen­cia, jerarquía y velocidad todas las debilidades de una paupérrima defensa aurine­gra, que hizo aguas por todas partes, cometiendo todo tipo de errores.

Al cuarto de hora, Anto­nio Bareiro desbordó, lanzó el centro para la cabeza de “Tacuara”, un golazo, antici­pándose en el área.

Tres minutos después, “Tacuara”, otra vez marca tras pase de Rodrigo Bogarín con un toque de calidad y jerar­quía. Participaron Bareiro y Bogarín en la acción previa.

“Tacuara” se hizo asistidor, abrió pase y definió Héctor Villalba.

Pasada la media hora, el tres a cero de Libertad era cate­górico.

En el complemento, Guaraní intentó “alguna” rebeldía.

Sin embargo, en un contra­golpe mortal, Héctor Villalba enganchó y definió de zurda para el cuarto gol. Tras un penal por mano, el arquero de Guaraní Gaspar Servio puso el descuento, solo para maquillar la cuenta, aunque no para escapar de la “ver­güenza”.

Había más, ingresado Ramón Martínez pone el quinto, tras desborde y pase atrás de Rodrigo Bogarín.

Todos querían su gol y Julio Enciso, otro que entró fresco, robó un balón y puso el sexto con un taponazo al techo del arco. Nada más que jugar, ni discutir. Se acabó el fútbol con Libertad haciendo festín en cancha de Guaraní.

“A mi me encantó el par­tido, porque salió todo lo que queríamos y buscá­bamos. Estamos llevando dos torneos de la mejor manera, porque tene­mos un equipo amplio. Tuvimos efectividad muy buena, muy grande y con mucha precisión. Es un equipo ofensivo con un potencial importante y tiene muchos goles”, dijo Garnero.

“Dicen que la perfección no existe, pero me gustó el rendimiento de todos con niveles muy altos de manera individual. No contamos con Merlini porque tuvo una molestia de último momento”.

Gustavo Costas, por su lado, señaló: “Me dejó una vergüenza. Bajamos los brazos. La verdad, el resultado podía haber sido más abultado. No tuvimos actitud, no mar­camos e hicieron lo que quisieron”.