POR ÓSCAR GÓMEZ
Periodista
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Olimpia volvió a perder un clásico. Esta vez el más añejo ante Guaraní, que aprovechó las ocasiones que tuvo sin ser demasiado superior y se quedó con los tres puntos. Néstor Gorosito sigue dejando dudas en cuanto a sus planteamientos, que pareció un espejismo ofensivo ante River Plate un par de fechas atrás, pero en los clásicos se cuidó demás y jugó contrariamente a lo que se espera de un equipo de la historia y grandeza del Olimpia.
La “excusa perfecta” para el DT es que para el juego de ayer no pudo contar con Roque Santa Cruz, el alma de este equipo que, hay que decirlo, juega para él. Ante esto, “Pipo” armó un 4-5-1 y colocó como único referente de ataque al “Pollo” Recalde, al que se lo vio harto de correrle a los centrales rivales sin tener la ayuda de los volantes internos y sin poder generar juego con estos.
Al tener demasiada gente en mitad de cancha, Olimpia evitó recibir balones filtrados o caras a cara de los atacantes rivales, especialmente en el primer tiempo, que se fue con superioridad aborigen desde el manejo del balón, pero sin demasiadas emociones frente a los arcos.
Para la complementaria, Gorosito no pensó en cambiar hasta que recibió el gol, que llegó gracias a una corrida de Cecilio, que en el mano a mano recibió el toque de Rolón y Benítez sancionó penal.
Y si bien el partido pedía el ingreso de Camacho para intentar desequilibrar o ganar en velocidad ante los defensores rivales, el ‘7’ no pesó. Además, Gorosito mandó a la cancha a Duarte como extremo por derecha y el chico no tocó el balón una sola vez.
Fernando Fernández sentenció el partido a favor de un Guaraní que si bien es cierto no fue un equipo arrollador, se llenó de practicidad y se reencontró el camino de la victoria, frente a un rival con muchas dudas e incógnitas y, por sobre todo, viviendo un momento que hace rato no vivía.
REACCIÓN
“Fue un golpe duro para todos”
“Creo que lo tenemos merecido por todo lo que venimos trabajando, por todo lo que damos. Hoy nuevamente el equipo se portó, porque veníamos de una derrota muy dura. Una eliminación que no queríamos, pero pasó. Muy lindo lo que nos pasó de vuelta a nivel local para escalar”, explicó Fernando Fernández, quien puso el 2-0 definitivo ante Olimpia.
Dentro del festejo del goleador se vivió momento muy emotivo cuando señaló su espalda donde tenía el nombre de Édgar Aranda, quien en la semana precedente acudió al llamado del Señor.
“Fue una noticia que no lo esperábamos. Fue un golpe muy duro para nosotros quienes le conocimos y compartimos con él. Increíble todo lo que pasamos con Édgar. Cuando yo llegué recién al club él estaba y fue uno de los que mejor me recibió. La noticia nos golpeó mucho, por eso la dedicatoria para él, que ya teníamos preparada”, comentó emocionado el artillero aborigen.