POR MARTÍN VILLAGRA

Periodista

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No importó la forma, se aprobó un examen complicado y con gran sufrimiento. Paraguay trae todos los puntos de Vene­zuela mediante el gol de Gastón Giménez. Ese era el objetivo. Lógicamente, hay cosas por revisar y mejorar. La parada de un penal sobre la hora de Antony Silva fue fundamental. Tremendo sufrimiento, pero esa es otra historia.

Al local le anularon un gol por mano vía VAR. Iba a ser el tanto de aper­tura del peleado encuentro en Mérida. Segundo partido, esta vez de visitante y por tres pun­tos valiosos. Un rival del que queríamos vengarnos, pero más que nada, apuntar al des­pegue pensando en el futuro con la primera victoria. Para­guay comenzó monopolizando el balón y creando espacios, aunque sin precisión y pro­fundidad. Un remate de Gas­tón Giménez desvió en el tra­vesaño en la primera acción de peligro albirrojo. Intentó Blas Riveros con un tiro alto. Cabe­zazo de Alberto Espínola, ade­más de un tiro libre de Ángel Romero, que desvió el arquero Faríñez fueron otras aproxi­maciones.

Venezuela replicó con un tiro libre de Rómulo Otero, que devolvió el travesaño. El partido se fue friccionando y cayó en el enredo ante la falta de creación y gol. En el inicio del segundo tiempo, el DT albi­rrojo tardó para cambiar.

Venezuela, discreto, dio un primer aviso con un tanto de cabeza de Yangel Herrera, quien ganó el fondo. Había tocado el balón con la mano y tras revisión en el VAR, se anuló la conquista.

Se escapó por su sector del late­ral Alberto Espínola, quien lanzó el centro abierto, para que con un remate de zurda y esquinado pueda conver­tirlo Gastón Giménez. Para­guay se puso arriba. Vene­zuela acusó recibo, reaccionó y apuró. Había que aguantar y sobrellevar la presión.

Entra­ron Robert Rojas y Omar Alde­rete para reforzar la defensa. Sin embargo, Gustavo Gómez empujó levemente a Rolf Felts­cher y el árbitro castigó penal sin dudar. Era una acción ais­lada y a la desesperada. Yangel Herrera remató y a la esquina del remate fueron las manos exactas del arquero paraguayo Antony Silva. Salvó la plata y los tres puntos de oro para seguir adelante con el sueño de la clasificación. Las victo­ria era el objetivo y se cumplió.