POR MARTÍN VILLAGRA
martin.villagra@gruponacion.com.py
Olimpia comenzó muy bien, terminó mal, cedió un largo invicto jugando en su cancha, además resignó puntos valiosos, que le negaron la chance de pasar a la punta del torneo Apertura, aunque sea parcialmente.
Guaraní se repuso de las adversidades, reaccionó a tiempo, metió contra su última línea al adversario, pudo dar vuelta el marcador, que lo mereció buscando afanosamente en un gran segundo tiempo. El triunfo revive totalmente al Aurinegro, da vida al puntero y los escoltas inmediatos de cara a la gran pelea por el título de campeón.
El Franjeado sorprendió con la inclusión del juvenil Hugo Fernández, quien no pudo ser controlado en gran parte del primer tiempo. Fue pesadilla con sus gambetas y corridas, en una de ellas habilitó de cara al gol a Roque Santa Cruz, quien abrió el marcador con remate colocado. El andar de Olimpia no garantizaba, ni pudo hacer pie en el segundo tiempo, en el que fue ampliamente superado en lo físico, futbolístico y táctico.
Los rebotes eran de Guaraní, Olimpia no podía salir, perdió la pelota, no tuvo fuerza ofensiva y colectiva.
Raúl Bobadilla fue un verdadero “Tanque”, molestoso e incontrolable. Merlini corrió una barbaridad, rondó varias veces el gol, incluso Rodney Redes inquietó la portería rival, correctamente defendida por Alfredo Aguilar.
Guaraní martilló, buscó y forzó a Olimpia, que fue muy atacado por todos los frentes. José Florentín, quien ingresó en el complemento, obligó el “horror” en la salida de Nicolás Domingo y definió para el empate. Había tiempo por jugar y siguió el dominio aurinegro. A escasos dos minutos del final, Raúl Bobadilla marcó mediante un cabezazo, correctamente habilitado, corroborado por el VAR, en el marcaje de las líneas. Así se puso un manto de justicia al marcador.
El árbitro Aquino, apoyado por el VAR, acertadamente no validó anotaciones de Merlini (hubo falta previa) y Derlis González (estuvo en posición adelantada), de Guaraní y Olimpia, respectivamente.