Una novela de lamentos con más capítulo cada día vive el Sportivo Luqueño. Ayer se abrió la secretaría del club y 14 miembros de la comisión directiva liderada por Celso Cáceres renunciaron a sus cargos por estar en desacuerdo con la gestión de su titular. Mientras la gente pedía su dimisión, una cuenta de la entidad en un banco de plaza fue inhabilitada por recibir dos cheques sin fondo. Pese a esta crítica situación dirigencial y económica, Celso Cáceres entiende que puede sacar al club adelante, aunque reconoció que no está apegado al cargo toda vez que se presenten personas que aman a la institución.

“Ya vamos a ver cuál sería el tratamiento se le va a dar a las renuncias que se presentaron. Nuestro equipo jurídico nos debe indicar lo que debemos hacer”, explicó. “No sabemos cuánto tiempo nos puede llevar esto y el club tiene que seguir viviendo, debemos buscar los recursos para saldar los compromisos que tenemos. En este ambiente se torna difícil manejar esto, pero sí tenemos amigos que nos están ayudando. Tengo fe en que vamos a salir de esto”, confío. El club adeuda a los futbolistas varios meses, pese a que recibió una importante suma de la APF y la Conmebol, que supera los 1.600.000 dólares.

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