- POR MARTÍN VILLAGRA
- Periodista
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Devorado por los nervios, tenso, apurado e impreciso. Así Cerro Porteño decepcionó de nuevo a su pueblo, recibió una goleada histórica en su propia Olla con global 0-5 y terminó eliminado de la Copa Libertadores de América. El Barcelona de Ecuador se paseó, controló las acciones a placer, nunca se desesperó y avanza con total justicia a la fase de grupos.
Los últimos 15 minutos fueron de terror. Barcelona se divertía a lo largo y ancho de la cancha. Tocando, regulando, cambiando de ritmo, contragolpeando y marcando goles. Cerro Porteño era puro centrazos, estaba confundido, perdido y totalmente regalado en el fondo. Más todavía después de la irresponsabilidad del defensor Fernando Amorebieta, expulsado una vez más por perder la cabeza y excederse en el juego vehemente.
El inicio fue entusiasta, con intentos de Diego Churín. “Conejo” Benítez lesionó al golero titular, cuyo suplente ingresó para realizar tapadas importantes y mantener el marcador en blanco. La fatalidad comenzó al encajar el temido gol de visitante. Genialidad de Fidel Martínez para poner de cara al gol a Emmanuel Martínez, quien definió por centímetros adelantado.
Para el segundo tiempo, Cerro mandó al campo a Alberto Espínola y se multiplicaron los centros. Fidel Martínez, el mejor del partido, se mandó dos golazos (66’ y 83’) con definiciones exquisitas por encima del golero Rodrigo Muñoz en medio de los horrores del fondo azulgrana, entre ellos el más notorio de Juan Patiño con una infantil y mala entrega en la salida. Damián Díaz se anotó entre los goleadores (73’) antes de ser cambiado. Impotencia, rabia, silbidos y desazón. El final fue con el pobre DT Francisco Arce y los jugadores pidiendo disculpas por la eliminación.