En el primer superclásico del 2020, Olimpia volvió a encajar un gol de cabeza en una jugada que se viene repitiendo en los enfrentamientos ante Cerro Porteño, desde inicios del 2018.
El centro cruzado desde la mitad del campo propio es algo que le sigue doliendo al Franjeado y ayer Diego Churín, metiéndose por el fondo y ganándole a Antolín Alcaraz, lo ratificó y adelantó al Azulgrana en un clásico que hasta entonces había mostrado una amplia superioridad del local.
En la temporada pasada, también en la primera rueda del Apertura, el archirrival del Decano, empató el superclásico en el minuto final cuando un centro desde la derecha terminó siendo conectado por Óscar Ruiz. El que perdió el duelo en aquella ocasión fue José Leguizamón. En ese mismo partido, Cerro se puso arriba en el marcador en una jugada de concepción distinta (centro con pelota en movimiento de Federico Carrizo), pero de finalización similar (gol de cabeza de Villasanti).
Mientras que en el Apertura 2018, Olimpia perdió la oportunidad de consagrarse campeón invicto cuando en una jugada calcada a las primeras dos mencionadas, Juan Escobar se escapó de la marca de Sergio Otálvaro y conectó de cabeza para darle el triunfo a Cerro Porteño. Con el del domingo pasado, Daniel Garnero lleva dirigidos nueve superclásicos y encajados nueve goles, cuatro de estos llegaron por la vía aérea y tres con la misma jugada. En el Apertura 2020, encajó su tercer gol de cabeza. Los dos anteriores se los marcó San Lorenzo.