• POR IRENEO ACOSTA

“Nuevamente festejar un campeonato es algo único. Me puso muy contento conquistar el título”, dijo en su residencia el defensor Miguel Samu­dio, uno de los dos nuevos campeones junto al juvenil Erik López. Samudio llegó hace 5 meses para cubrir un sector muy cuestionado del Decano, lateral-volante izquierdo, en donde alcanzó un gran nivel, cumpliendo la doble función de defender y atacar; inclusive llegó al gol.

“Se dieron todas las casuali­dades y causalidades, porque no es casualidad que Olimpia salga tetracampeón. El club viene de un proceso defi­nido, un gran trabajo a nivel directivo. No es fácil salir campeón, más todavía aquí en el plano local, porque hay muchos equipos buenos. Pero como siempre digo, cuando el camino hacia el éxito es firme, tenés muchas más posibilidades de salir cam­peón. Lo del domingo fue algo histórico, porque se logró en Para Uno después de 70 años, en el día de la Virgen de Caa­cupé, con tu gente, significa mucho”, explicó Samudio.

“En lo personal, también viví algo muy importante, porque después de quedar prácticamente sin equipo en México, la decisión de volver conjuntamente con la fami­lia, y ahora con el título en la mano, puedo decir que no me equivoqué a la hora de venir. A los cinco meses salir cam­peón con un equipo grande, eso para mí no tiene pre­cio. Como decimos, la glo­ria no tiene precio. Esto es un legado que se va a quedar para mis hijos, para mis nie­tos (jajaja). Toda la familia está muy feliz por este logro”, resaltó el zurdo jugador en la tranquilidad de su domici­lio junto a sus familiares más cercanos.

“Jugando tengo varios títulos y estar en plantel varios más, desde Libertad, en Brasil con Cruzeiro, en México fui dos veces campeón de la Conca­champions con el América. En Querétaro no salí cam­peón pero con un gol que convertí pasamos a la ligui­lla final, eso valió mucho tam­bién para mí”, recordó.

Emocionado, Miguel comentó: “Olimpia me hizo ser feliz de vuelta, futbolísti­camente. No dimensioné lo que era Olimpia a nivel título de campeón. Con su gente, es algo impresionante. Roque es un ídolo personal, inclu­sive desde el 2009 que le tuve como compañero. En el Olim­pia todos los integrantes de la familia son personas mara­villosas.

Desde el plantel de jugadores, el cuerpo técnico, cuerpo médico, los utileros Diego y Nelson Torres, los jar­dineros, cancheros, las seño­ras de limpieza, cocineros, porteros, guardias, es una familia muy sana, liderados todos por el jefe mayor que es Marco Trovato, quien es el que marcó la línea a seguir. Nos guía hacia el bien’’.

Acerca de la Albirroja, dejó su postura. “Uno siempre sueña, trabaja en el club para rendir bien por la confianza que pusieron las personas en uno. Después si la selec­ción se da, bienvenido sea, porque yo nunca renuncié a la Albirroja. Cuando nece­siten ellos, yo voy a estar ahí, jugando o no jugando. Las puertas de mi persona a la selección siempre están abiertas”, puntualizó.