• POR MARTÍN VILLAGRA
• Periodista
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Un taponazo del late­ral Alberto Espí­nola se convirtió en un verdadero golazo que hizo ganar al Ciclón. El “misil” de zurda infló la red del arco riverista en el último minuto del tiempo agregado.

Cerro Porteño llegaba gol­peado a los Jardines del Kelito tras caer en el superclásico. La intención era acor­tar diferencias con Liber­tad y se logró para discutir la clasificación directa a la fase de grupos de la Liberta­dores 2020. La diferencia en el acumulativo es solo de un punto con relación a los liber­teños, justamente próximo rival del Azulgrana.

Hubo que remar contra la adver­sidad. River encontró un golazo de Herminio Miranda tras soberano remate luego de un pase de taco de Óscar Giménez. El local se quedó en desventaja tras la expul­sión de Juan Gauto antes del minuto de ingresar en sus­titución del lesionado Jorge Salinas. Una falta dura contra Mathías Villasanti motivó la tarjeta roja, que hasta el pri­mer tiempo Cerro no pudo aprovechar.

Al inicio del complemento, Mathías Villa­santi también fue expulsado por doble amarilla. Los equi­pos siguieron con diez. River sostenía la ventaja de un gol. Federico Carrizo le cambió la cara a Cerro y pronto anotó un golazo de tiro libre para el empate. Cerro atacaba; River pedía hora. En el último sus­piro se decidió al ganador y de una forma espectacular. ­