Es hoy. Llegó el día en el que Olimpia debe sacar a relucir toda su estirpe copera y hacer honor a aquellas viejas “noches de Copa” para poder revertir el resultado adverso de la ida ante Liga de Quito y comen­zar a inscribirse como can­didato a pelear por la Copa Libertadores. Con la dura caída de una semana atrás en la capital ecuatoriana, el equipo de Daniel Garnero está obligado a anotar como mínimo un par de goles y evitar recibirlos, para que la serie no se le ponga aún más cuesta arriba de lo que ya está.

La buena noticia para el Decano es que recupera a varios ausentes importan­tes en el partido de ida. El domingo pasado, Alfredo Aguilar jugó 45 minutos en la categoría Reserva y esta noche cuidará el arco fran­jeado de manera oficial por primera vez en el semestre. En el mediocampo, Richard Ortiz, cuya ausencia en Quito fue muy sentida, tam­bién recupera su lugar. Mien­tras que en el frente de ata­que vuelve la magia: William Mendieta está plenamente recuperado.

El Defensores del Chaco estará a tope y el público olim­pista jugará su partido con el retorno del mosaico en Plateas para recibir al equipo cuando salta al campo de juego y el aliento constante. Todos los condimentos para una gran noche están presentes. Queda en poder de los jugadores fran­jeados coronarla con el resul­tado que ponga a Olimpia en los cuartos de final de la Copa Libertadores.

La situación de Alan Benítez parece haber dado un sorpresivo giro. El lateral derecho quedó relegado en Libertad y actualmente entrena en la categoría Reserva del club repollero. Estuvo bus­cando su salida y fue vinculado con Cerro Porteño semanas atrás.

Finalmente, Benítez tendría ya un acuerdo firmado con Olim­pia para vestir la camiseta franjeada durante los próximos cinco años y desde el 1 de enero se convertiría oficialmente en jugador decano, al igual que su compañero Jorge “Pollo” Recalde, quien llegó al mismo acuerdo hace unas semanas.