Buenos Aires, Argentina. AFP

Boca Juniors y River Plate protagonizan este domingo un nuevo episodio del apasionado Superclásico del fútbol argentino, con la colorida Bombonera como escenario de uno de los encuentros más esperados de la temporada, con enormes expectativas de uno y otro lado.

De hecho, los millonarios consiguieron el sábado pasado su primer triunfo del torneo a expensas de San Martín de San Juan (4-1), mientras que los auriazules se repusieron de un discreto comienzo en el certamen y vencieron de visita a Argentinos Juniors (1-0).

El miércoles pasado, a modo de aperitivo, ambos jugaron importantes encuentros por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores, en que Boca dio un buen paso al superar por 2-0 como local al brasileño Cruzeiro, mientras que River rescató un empate 0-0 como visitante en un clásico muy entretenido con Independiente.

De todos modos, la felicidad no fue completa para los auriazules, ya que en el duelo con Cruzeiro sufrieron la baja de Esteban Andrada, su arquero titular, por un fuerte choque con el brasileño Dedé –expulsado por esa acción– que le costó una fractura de mandíbula por la que estará al margen de las canchas por un par de meses.

“Tanto Boca como River cuentan con buenos jugadores. Como locales, nosotros vamos a buscar el partido, pero ellos también tienen jugadores de jerarquía para generar. En los últimos tiempos se han visto partidos abiertos, y seguramente este también lo será, por las características de ambos”, analizó Guillermo Barros Schelotto, el DT de Boca.