Moscow, Rusia. AFP.
Un polémico gesto delante de 80.000 personas en el estadio y millones de telespectadores: el cantante británico Robbie Williams levantó el tercer dedo de una de sus manos, dirigiéndose a una cámara, durante su concierto en la ceremonia de apertura del Mundial-2018, lo que generó revuelo en las redes sociales.
Era sin duda la gran estrella este jueves en los prolegómenos del partido inaugural del torneo, y fue aclamado por los espectadores en un “show” en presencia del presidente ruso, Vladimir Putin, y de los grandes dirigentes del fútbol mundial, con el patrón de la FIFA Gianni Infantino al frente.
La imagen no pasó desapercibida especialmente por los internautas, que lo convirtieron en tema de debate en las redes sociales, en un contexto diplomático especialmente tenso entre el Reino Unido y Rusia, desde el envenenamiento del ex espía ruso Sergei Skripal. Robbie Williams había afirmado el lunes que iba a cumplir un “sueño de infancia” actuando en la inauguración de un Mundial de fútbol. En su país fue criticado por aceptar esta actuación en Moscú.