Este viernes 21 de marzo, se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down. Se trata del trastorno cromosómico más común y se produce por la presencia de un cromosoma extra o una parte de él. En vez de tener 46 cromosomas tienen 47, ya que presentan tres cromosomas en el par 21. Por eso, también se conoce como trisomía 21, refieren desde la Federación Juntos por la Inclusión.
Los cromosomas son las estructuras que contienen el ADN, cada uno de ellos determina algo sobre nosotros, como el color del pelo, la altura, la forma en que se va a desarrollar nuestro cuerpo y nuestro cerebro.
Esta condición presenta varias características distintivas, como: estatura baja, ojos oblicuos, puente nasal aplanado, cuello corto. Sin embargo, se manifiesta de diferente manera dependiendo de la persona y algunas características pueden no presentarse en absoluto.
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Algunas personas presentarán problemas intelectuales y de desarrollo de leves a moderados, mientras que otras podrían presentar complicaciones más graves. Lo mismo ocurre con la salud, algunas personas con el síndrome pueden estar sanas, mientras que otras podrían presentar diversas complicaciones, como defectos cardíacos.
La incidencia estimada del Síndrome de Down es de entre 1 de cada 1.000 y 1 de cada 1.100 nacidos vivos en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.
La intervención temprana es vital
Una atención médica oportuna y el apoyo del entorno permite que cada niño desarrolle al máximo sus capacidades, se beneficie de una educación y adquiera la mayor autonomía posible, pudiendo vivir una vida plena y desenvolverse óptimamente en la sociedad, remarcan desde la Federación Juntos por la Inclusión.
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