Dígame “influencer”: universidad irlandesa ofrece una carrera de 4 años
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“Muchos piensan que ser ‘influencer’ es fácil, que basta con publicar vídeos en TikTok. ¡Es mucho más que eso!”, asegura Marta Hughes, aspirante a vivir de esta profesión contemporánea y que se prepara para ello en una universidad irlandesa. Desde setiembre, la joven sigue los cursos de esta nueva formación, llamada “Creación de contenidos y redes sociales”, impartida durante cuatro años en la Universidad Tecnológica del Sudeste (SETU), en Carlow, a 80 km de Dublín.
La carrera de ‘influencer’ ha aparecido recientemente, pero atrae a muchos jóvenes de la Generación Z, nacidos entre 1997 y 2012. “Es algo que está creciendo enormemente”, señala a AFP la directora de esta particular carrera universitaria, Irene McCormick. Esta exproductora de televisión empezó ofreciendo un curso intensivo de verano impartido por TikTokers, que atrajo 350 solicitudes para 30 plazas.
“El proyecto fue increíblemente exitoso. Vimos que había un gran apetito, así que decidimos optar por el nivel de diploma”, explica. La formación enseña a los aspirantes a ‘influencers’ cómo convertir en una fuente de ingresos su presencia y contenido en plataformas como Instagram, TikTok y YouTube. Después de dos años de preparación, el curso fue homologado y dio la bienvenida a su primera hornada de 15 estudiantes el mes pasado.
En el campus, entre clases, los estudiantes conversan, se toman selfies y navegan en sus ‘smartphones’. “Mis amigos siempre me dicen que hablo mucho. Me dije que tal vez podría ganar dinero gracias a eso e intentar esta formación”, dice Harry Odife, de 22 años. La mayoría de los estudiantes ya están inmersos en el mundo digital, pero buscan herramientas y conocimientos adicionales, según McCormick.
“Puedes intentar aprender por tu cuenta en casa, pero adquirir conocimientos prácticos y teóricos sobre cómo llegar a un público determinado marcará una gran diferencia en tu carrera”, afirma la directora. El término ‘influencer’, una persona conocida en las redes sociales que utiliza su celebridad para recomendar, promover o generar interés en productos y marcas, a menudo a cambio de una remuneración, entró recientemente en el diccionario.
Los más populares, como los ‘youtuber’ MrBeast o KSI, estadounidense y británico, llegan a audiencias considerables y obtienen importantes ingresos de los patrocinios de marcas o anuncios. “Nos interesamos en la forma de cómo monetizar su influencia con una gran audiencia en línea”, dice McCormick.
“Publico en TikTok e Instagram muchos de los peinados que hago y me gustaría aprender a hacer de ello un verdadero negocio”, explica Favor Ehuchie, una peluquera de 18 años. Marta Hughes, apasionada de la equitación, afirma que las escuderías de caballos buscan ahora personal capaz de dominar las redes sociales.
Los pasos para obtener el diploma incluyen cursos de creación de videos, emprendimiento, psicología y narración de historias, análisis de datos y producción de podcasts. La creación de contenidos implica “editar, planificar, organizar, etc. Lleva más tiempo del que crees, la gente realmente no lo entiende”, dice Marta Hughes. Los estudiantes aprenden a usar cámaras y micrófonos.
“Aprender a sentirnos cómodos delante de las cámaras nos ayudará a ganar confianza en nosotros mismos, sea cual sea nuestra profesión”, subraya otra estudiante, Naoise Kelly, precisando que su máxima prioridad no es convertirse en la próxima estrella de las redes sociales. Según McCormick, hay muchas oportunidades laborales para los ‘influencers’.
“Aproximadamente el 70 % de los especialistas en márketing consideran hoy que los ‘influencers’ son el futuro del sector, los gobiernos también los utilizan para transmitir mensajes”, subraya. “Las publicaciones de los ‘influencers’ en las redes sociales a veces pueden ser frívolas, pero la actividad en sí no lo es, es un negocio muy serio”, concluye.
De microhistorias, retrocesos, desprecios y despreciadores
Ricardo Rivas
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Las redes exudan violencias, xenofobias, racismos, discriminaciones, agresiones, noticias falsas. Pareciera que la idea además es que nadie pueda escapar o, por lo menos, pasar desapercibido donde se encuentre.
Desde Ámsterdam la información desesperanzadora da cuenta de graves ataques contra personas israelíes y judías que viajaron hasta la capital de Países Bajos para ver jugar al Maccabi de Tel Aviv ante el Ajax. Es un crimen “intolerable e incomprensible”, manifestó inmediatamente Femke Halsema, la alcaldesa de esa ciudad. Agregó que esas acciones delictivas “traen el recuerdo de los pogromos” y advirtió que “la cultura judía está gravemente amenazada”.
El rey Guillermo Alejandro, horas después de las agresiones, también tuvo palabras de condena con perspectiva histórica: “Fallamos a la comunidad judía de los Países Bajos durante la Segunda Guerra Mundial y anoche fallamos de nuevo”.
Desde Medio Oriente las noticias dicen del aumento de la violencia de colonos israelíes contra la población de Cisjordania en los que se conocen como Territorios Palestinos Ocupados (TPO). Los ataques se verificaron en los pueblos de Al Mughayyir, Duma, Deir Dibwan, Beitin, Al Sawiya y Aqraba.
AMENAZAS
En Estados Unidos, el presidente electo, Donald Trump, una y otra vez, como desde hace largos años, amenaza a migrantes latinos que “envenenan la sangre del país” y son portadores de “genes malos”.
El presidente argentino, Javier Milei, desde el hemiciclo de la Asamblea General de las Naciones Unidas opinó que “la Agenda 2030, aunque bien intencionada en sus metas, no es otra cosa que un programa de gobierno supranacional de corte socialista que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía de los Estados-nación y violentan el derecho a la vida, la libertad y la propiedad de las personas”.
La guerra que Rusia desató en febrero de 2022 contra Ucrania –un conflicto del presente– hunde sus orígenes hasta cuando promediaba el 300 de Nuestra Era. Una nueva guerra, como posibilidad cercana, atormenta.
Los nacionalismos –de todo color– ganan fuerza. A lo diaspórico pareciera que el iliberalismo en avance procura encontrarle sinonimia con lo sospechoso. Nada nuevo, por cierto. Más precisamente, lo de siempre con tecnología de punta.
Las redes exudan violencias, xenofobias, racismos, discriminaciones, agresiones, noticias falsas. Pareciera que la idea además es que nadie pueda escapar o, por lo menos, pasar desapercibido donde se encuentre. Crecen los controles poblacionales. ¡Todos y todas, bajo sospecha, siempre y en todo lugar!
VIGILANCIA
Algunos anteojos de apariencia común –Rayban META, entre otros– equipados con IA (inteligencia artificial), GPS (global positioning system), micrófonos y audífonos incorporados con herramientas para hacer búsquedas en redes que permitirán saber en tiempo real quién es aquella persona a la que se mira, cuáles son sus gustos y preferencias, lista de amistades, familiares, parejas, simpatías, leer sus posteos para conocer qué dice, qué piensa y escribe, como información personal o para reportarlo a... Una vuelta de tuerca al Gran Hermano que todo lo ve. Devaluada deidad omnipresente.
Desde 2018, la policía de la República Popular China utiliza ese recurso con un tipo de anteojos desarrollados por LLVision Technology que, según reportaron Pei Li y Cate Cadell, periodistas de la agencia de noticias Reuters, el 10 de marzo de aquel año, “pueden detectar rasgos faciales y matrículas de automóviles y compararlos en tiempo real con una base de datos de sospechosos”.
Pei y Cadell sentenciaron entonces que era una “apuesta por la ‘tecnología negra’”. Reuters consignó además que el señor “Wu Fei, director ejecutivo de LLVision, dijo que la gente no debería preocuparse por cuestiones de privacidad porque las autoridades chinas estaban usando el equipo para ‘causas nobles’, atrapando sospechosos y fugitivos de la ley” y aseguró que en esa corporación “confiamos en el Gobierno” chino. La seguridad de todo Estado-nación, crucial para los nacionalismos, prioriza las desconfianzas.
“Los cambios y las nuevas realidades políticas y sociales están modificando el comportamiento de los liderazgos a nivel internacional (...). Los países más poderosos se hacen más proteccionistas y antiglobalistas. Hay una reafirmación del soberanismo”, afirma el doctor Juan Pablo Lohlé, abogado, diplomático y un muy respetado analista de políticas transnacionales en una columna en la que un puñado de días atrás –en el diario Clarín de Buenos Aires– analiza críticamente la ponencia del presidente Milei en Naciones Unidas y opina que “el rechazo de la Agenda 2030-2045 (Pacto del Futuro, por parte del mandatario) es una manifestación negativa e inconducente”.
BANALIZACIÓN
Los discursos cuyos contenidos banalizan el mal –insensiblemente crueles sin mirar a quién– vuelven recargados con pretensión de hegemonía para instalarse en el espacio público global sin aceptar críticas ni permitir oposiciones.
“Saludos. Usted ha sido seleccionado para recoger algodón en la plantación más cercana. Esté listo a las 12 am, 13 de noviembre 2024 EN PUNTO (así con mayúsculas, que en los códigos de las redes equivale a gritar) con sus pertenencias. Nuestros esclavos exclusivos vendrán por usted en una furgoneta marrón, prepárese para ser requisado a su llegada a la plantación. No se permiten pertenencias personales. ¡Esto es un nuevo comienzo! Pertenece al grupo C de la plantación”, dicen miles de mensajes racistas que llegan a los móviles de “niños, estudiantes de universidades históricamente negras y adultos trabajadores”.
Esto desde el día después del triunfo electoral en Estados Unidos de Donald Trump –hijo de migrantes casado con Melania, migrante eslovena– reporta el miércoles pasado el diario El País de Madrid y precisa que “los mensajes (son) enviados en masa en hasta 30 estados desde números sin identificar”.
El colega periodista Nicholas Dale Leal en ese periódico agrega que “los textos recibidos (...) algunas veces incluyen información específica sobre la persona a la que están dirigidas, como su nombre o su dirección” y también se conocen “denuncias de mensajes dirigidos a hispanos en los que se les dice que se preparen para ser deportados”. Microhistorias. Retrocesos.
“TRANSPARENCIA”
Desde el primer minuto de enero de 2025, en Suiza será legal la “prohibición del burka”. Sorprende, pero no asombra. Desde 2009, en ese país están prohibidos los minaretes. “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión”, dice el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un valioso documento de soft law que claramente prescribe que “este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.
El Estado suizo argumenta que la prohibición es necesaria para promover “la transparencia”, “la seguridad pública” y “los valores sociales”. En línea con ello, las mujeres no tendrán la libertad de expresar la fe musulmana con el uso del burka o el niqab. Microhistorias. Retrocesos. Nada nuevo.
“El relato bíblico de la Torre de Babel cuenta el momento en el que una humanidad desorientada decide, desoyendo el mandato divino de poblar la tierra, construir en la vega de Sanaar una ciudad con una torre tan gigantesca que hiciera a sus constructores de por siempre memorables. El proyecto fracasó porque Yahvé vio en ello un desafío intolerable de la creatura a su Creador. Como ya había prometido no provocar un nuevo diluvio (¿recuerdan a Noé y el arca?) para doblegar al hombre, lo que hizo fue disolver la única lengua que todos hablaban en una pluralidad de hablas que impidió toda comunicación”.
Así, con solo 98 palabras, don Manuel Reyes Mate (82) prologa “Tierra de Babel”, un ensayo relevante cuya lectura recomiendo en tiempos de preocupaciones, temores y cambios en los que los nacionalismos parecen dispuestos a todo, aunque se trata de un regreso sin ninguna gloria.
Sostiene luego que “Babel instaura, en efecto, la ‘polifonía de la diversidad’ de lenguas y pueblos” y que, después de aquel castigo divino, quienes habitaban la Torre viajan “de la ciudad al campo abierto; del territorio a las afueras; del impulso totalitario al riesgo de la diversidad”, porque van “de la tierra de Babel a la universalidad de la diferencia”.
POLIS Y DIÁSPORA
Desde esa perspectiva, el veterano filósofo –enorme maestro– explica que emergen “dos modelos civilizatorios: uno, caracterizado por la polis y la pertenencia; (y) el otro, por el vasto mundo y la diáspora”. En el análisis de Reyes Mate aquello acaece “en un momento en el que las instituciones del primer modelo (el de la polis) se sienten incapaces de afrontar los nuevos retos (y) para reemprender la ruta (como humanidad) nos saca de casa y nos pone en camino invitándonos a ocupar la tierra”.
Dicho con otras palabras: “frente al monolingüismo cultural o el nacionalismo político (se abre paso, como opción a) la universalidad de la diferencia”. ¿Crisis y oportunidad? ¿Por qué no ver y entender así aquel relato bíblico en el libro del Génesis (cuya autoría se le adjudica al profeta Moisés) que relata un suceso relevante ocurrido siglos atrás en la zona de Sanaar, en la parte sur de Bagdad?
“Una crisis es una oportunidad que se desarrolla en un viento peligroso”, recuerdo que alguna vez me dijo el querido amigo Shen An, sabio periodista y académico chino que vive en la periferia de Beijing mientras caminábamos en una tarde soleada y apacible en las inmediaciones del Monte Púrpura, en las afueras de Nanjing.
¿Estado, nación y patria –”éxito del primer modelo (y) figuras tan potentes”– frente a “la universalidad desde la diversidad”, como señala Reyes Mate? La física y la humanidad repitente en los errores desde el inicio de los tiempos parecen dar la razón a Albert Einstein en cuanto a la relatividad del tiempo poblado de microhistorias y retrocesos.
CHIVO EXPIATORIO
La inmigración es el principal problema para los españoles, según el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas). Una de cada tres personas cuando se les pregunta así responde cuando se le consulta “¿cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España?”.
La aldea global, como al planeta Tierra lo llamó Marshall McLuhan allá por los años 60 en el siglo pasado, no va bien. Elon Musk, migrante sudafricano, con nacionalidad canadiense y norteamericana –el hombre más rico del mundo– nombrado funcionario del más alto nivel por el presidente Trump repudia a sus homólogos migrantes pobres o de clase media y pretende avanzar sin miramientos sobre la soberanía de Italia.
Denostó contra la justicia, los jueces y las leyes en ese país que otorgan algún grado de protección a quienes se ven obligados a migrar. “Estos jueces deben irse”, sentenció Musk, migrante hipermillonario para denostar a los magistrados que revocaron las órdenes de detención en perjuicio de siete solicitantes de asilo que llegaron a la península itálica desde Egipto y Bangladesh, dos países bélicamente enfrentados. Microhistorias. Retrocesos. Insisto, el espantoso panorama de hoy para nada es nuevo. Sí, como entonces y siempre, es pavoroso.
LOS GUSANOS EN EL QUESO
Millones de descendientes de Domenico Scandella –un molinero italiano al que sus vecinos llamaban Menocchio– que entre los años de 1532 y 1601 vivía en Friuli, cercano a Porderone, que fue atrapado y juzgado por la Inquisición. Pensaba diferente y actuaba como tal. Negaba que Dios hubiera creado el mundo. No reconocía la santidad de Jesucristo. Aseguraba que todo comenzó con un caos (¿se adelantó a la hipótesis del Big Bang?) y que en esa etapa el creador y los ángeles aparecieron como los gusanos en el queso. El poder religioso lo condenó a la hoguera.
Microhistorias. Retrocesos. En 1976, Carlo Guinzburg (75), pensador brillante que exhorta a investigar no para encontrar respuestas, “sino para encontrar preguntas”, con los documentos de aquel juicio de los inquisidores contra Menocchio escribió “El queso y los gusanos”.
Microhistorias. Retrocesos en lo que aparece como un nuevo capítulo de la historia universal del desprecio y de los que desprecian.
Domenico Scandella (1532-1601), molinero que vivía en Friuli, Italia, al que se lo conocía popularmente como Menocchio, por pensar diferente fue apresado por la Inquisición y condenado a morir en la hoguera
Las imágenes de los festejos tras la gran victoria de la Albirroja frente a la Albiceleste, última campeona del mundo, colmaron las redes sociales reflejando el sentir de la afición deportiva guaraní. Foto: Captura de video
El que le gana al campeón del mundo festeja como quiere
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Las imágenes de los festejos tras la gran victoria de la Albirroja frente a la Albiceleste, última campeona del mundo, colmaron las redes sociales reflejando el sentir de la afición deportiva guaraní, que dio rienda suelta a la alegría en las calles de todo el país.
El microcentro de Asunción fue escenario de caravanas y muestras de euforia ciudadana tras la hazaña del equipo dirigido por el técnico argentino, Gustavo “Lechuga” Alfaro, que le ganó al seleccionado de su país por 2 a 1, con un golazo de chilena de Tonny Sanabria.
La selección guaraní estuvo en desventaja por 6 minutos, para luego reponerse con el gol de Sanabria y posteriormente sellar su victoria con el gol de Alderete, en una memorable noche para la afición deportiva paraguaya, que volvió a ilusionarse con el “cazador de utopías imposibles”.
La hazaña del equipo de Alfaro derivó en imágenes inéditas, como el grupo que decidió subir la parrilla a la camioneta y recorrer las calles mientras cocinaba un rico asado; la réplica del gol de chilena de parte de un grupo de amigos, que deliró representando la destreza de Sanabria en plena calle.
Las calles del centro histórico se tiñeron de rojo, blanco y azul hasta las primeras horas de este viernes, como hace mucho no se veía tras un partido de la selección paraguaya.
Mientras que en las redes sociales, explotaron los memes, con cuadros de la obra de arte de Sanabria, el sueño en el laburo tras una noche a puro festejo, la seguridad de Alfaro y el “borrado” de las estrellas de la campeona del mundo.
The Guardian y La Vanguardia dejan de publicar contenidos en X
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El periódico británico The Guardian anunció que dejará de publicar en la red social X, destacando “los contenidos a menudo inquietantes que se promueven o se encuentran en la plataforma”. “Creemos que los beneficios de nuestra presencia en X ahora son superados por los inconvenientes y que los recursos podrían utilizarse mejor para promover nuestro periodismo en otros lugares”, informó en un comunicado el periódico.
El diario, que tiene casi once millones de seguidores en la plataforma de Elon Musk, añade que esta medida era algo que había estado “considerando durante un tiempo”, debido a “contenidos que incluyen teorías de conspiración de extrema derecha y racismo”. “La campaña electoral presidencial estadounidense sólo sirvió para subrayar lo que hemos considerado durante mucho tiempo: que X es una plataforma mediática tóxica y que su propietario, Elon Musk, ha podido utilizar su influencia para dar forma al discurso político”, añade el comunicado.
Musk compró X, antes Twitter, por 44.000 millones de dólares en 2022 y ha generado controversia con su uso de la plataforma, particularmente durante las recientes elecciones presidenciales de Estados Unidos. Musk respaldó al ganador de las elecciones, el aspirante republicano Donald Trump, y utilizó su cuenta personal, que cuenta con casi 205 millones de seguidores, para pedir el voto a su favor. El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, nombró el martes a Musk para encabezar el recién creado departamento de “eficiencia gubernamental”.
La cuenta del The Guardian en la red social aparece ahora como “archivada” y se invita a los lectores a visitar a la página internet del periódico. La última publicación en X de The Guardian ocurrió en la madrugada del miércoles. El diario de centroizquierda señaló que los usuarios de X podrán compartir artículos del Guardian en esa red social y que además el contenido publicado en la plataforma podrá incluirse en artículos del periódico.
El diario español La Vanguardia anunció este jueves que dejará de publicar en la red social X, al estimar que se ha convertido en una plataforma “en la que encuentran una caja de resonancia las teorías de la conspiración y la desinformación”. “X se ha llenado desde la llegada de Elon Musk [en 2022] de contenido tóxico y desorientador de una forma cada vez más abrumadora”, argumentó el diario con sede en Barcelona, que hizo su anuncio al día siguiente de una iniciativa similar del británico The Guardian.
El diario puntualizó que dejará en suspenso sus cuentas, y que no obstante seguirá a “personas, entidades, empresas e instituciones en esta red para poder informar puntualmente a sus lectores de mensajes y debates que puedan producirse en ella”. También aclaró que, al margen de esta decisión editorial, “sus periodistas serán libres de seguir usando esta plataforma dentro de las normas de contención y respeto de los derechos humanos y de la libertad de expresión que reclama que se mantengan en todos los ámbitos”.
En un artículo publicado en su web, La Vanguardia destacó que su decisión coincide con el anunciado nombramiento de Elon Musk para codirigir un departamento de “eficiencia gubernamental” en el próximo gobierno del republicano Donald Trump. La Vanguardia no escatima críticas al magnate de origen sudafricano, que se hizo en 2022 con la red que heredó con el nombre de Twitter y a la que luego llamó X. “La adquisición de X en octubre del 2022 supuso el despido masivo de trabajadores que incluyó la supresión del departamento que moderaba los contenidos”, apunta el rotativo.
Desde entonces, añade, “la presencia creciente de bots en X se multiplica hasta el ridículo en cuestiones de gravedad como la tragedia de la gota fría en Valencia”, que costó la vida a más de 200 personas. “Este diario constata que las ideas que atentan contra los derechos humanos, como el odio a las minorías étnicas, la misoginia y el racismo forman parte de los contenidos virales que se distribuyen en X”, apostilló el rotativo catalán.
Spreen indigna en el fútbol argentino por jugar un minuto contra Vélez
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“Mensaje erróneo” y “falta de respeto”: un minuto en cancha del streamer Spreen con la camiseta de Riestra en el partido contra Vélez Sarsfield bastó para desatar una ola de repudio en el fútbol argentino, que desembocó este martes en un pedido de investigación de la AFA y un descargo del club. Entre los once titulares que presentó Riestra el lunes pasado para jugar con el puntero Vélez por la fecha 22 de la Liga Profesional, estaba Iván Buhajeruk, un streamer de 24 años conocido como Spreen, que permaneció en cancha un minuto antes de ser reemplazado, sin llegar a tocar la pelota y dejando a su equipo con un cambio menos en el partido que terminó 1-1.
El gol de Vélez lo convirtió Braian Romero (goleador del campeonato con 12 tantos), que, al término del partido se refirió al debut de Spreen como “una falta de respeto hacia el fútbol”. “Hoy el televisor les mostró a los chicos un atajo”, dijo Romero: “Lo que ha pasado hoy es un mensaje erróneo a la sociedad, a los chicos, a los que lo intentan hasta lo último”.
“Desde mi lugar quiero decirles que ese no es el camino, y que sigan intentando, que el fútbol es eso: intentar, fracasar, intentar, fracasar, seguir intentando”, dijo Romero. Spreen suma más de 17 millones de seguidores entre Twich y YouTube, pero nunca jugó al fútbol profesionalmente ni se formó en divisiones inferiores.
La acción de marketing que realizó Riestra viralizó el nombre del pequeño club, pero fue recibida con fuertes críticas en redes sociales, de amantes del fútbol y también de referentes como el presidente de Estudiantes y exjugador mundialista Juan Sebastián Verón, que lo consideró “una falta total de respeto al fútbol y a los futbolistas”.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) abrió este martes un expediente para que el tribunal de ética de la institución investigue la inclusión del streamer y constate si Riestra incurrió en “conductas susceptibles de perjudicar la reputación e integridad del fútbol argentino”.
Riestra emitió un comunicado el martes en el que reconoce que “esta acción de marketing generó muchas opiniones negativas” y asegura que no tuvieron la intención de “faltarle el respeto al Club Atlético Vélez Sarsfield ni al fútbol argentino en general”.
“Queremos ofrecer nuestras más sinceras disculpas a quienes se sintieron ofendidos”, dice la publicación, y explica que el técnico de Riestra se comunicó con el de Vélez en la semana para comentarle la iniciativa.
El club aseguró que el objetivo “fue (y es) atraer nuevas audiencias hacia el fútbol, generando puentes entre diferentes mundos y plataformas para seguir potenciando el producto y a nuestro club”.
El presidente de Vélez, Fabián Berlanga, ironizó sobre el tema al descartar la posibilidad de que el famoso productor musical argentino Bizarrap, que es hincha de su institución, pueda jugar un partido en Vélez: “Está gordito, no lo podemos poner a jugar”, dijo en una entrevista radial, aunque prefirió no opinar sobre la inclusión de Spreen.
Riestra es un pequeño club que en diez años pasó de la quinta categoría a la primera, impulsado por el abogado Víctor Stinfale, que fue su presidente y es el dueño de una empresa de bebidas energizantes que auspicia al club.
El martes, algunos medios de comunicación levantaron sospechas en torno a lo ocurrido: el diario Clarín informó que una casa de apuestas online promocionaba el lunes una lucrativa jugada sobre si Spreen sería o no titular en el partido.
“No sólo pasan situaciones raras en el fútbol campeón del mundo. Pasan cosas que no deberían pasar. Y que alguien debería investigar”, dice el editor jefe de deportes de Clarín, Martín Voogd.
Para Voogd “La pelota está tan manchada que ni siquiera se puede tener certeza que debajo de tanta mugre hay una pelota”.
Este martes la Fiscalía Especializada en Juegos de Azar (FEJA) de Buenos Aires informó en un comunicado que inició una causa para investigar si “con motivo del encuentro futbolístico entre Deportivo Riestra y Vélez, el DT de Deportivo Riestra, Cristian Fabbiani [apodado Ogro], y el influencer Iván Buhajeruk [Spreen] tuvieron como finalidad la captación de apostadores en plataformas ilegales”.