Sara Valenzuela (sara.valenzuela@nacionmedia.com)

Hace 184 años, un 20 de setiembre de 1840, se corría la voz por las calles de Asunción, primero, y luego por toda la república dándose a conocer la noticia de la muerte de quien se ganó sobrenombres poderosos como el Padre de la república o el Karai guasu, ya que el doctor José Gaspar Rodríguez de Francia será siempre reconocido como una de las figuras claves del colonialismo y la independencia paraguaya.

Nació en Asunción un 6 de enero de 1766. Era hijo del capitán de artillería portugués José Engracia García Rodríguez de Francia y la criolla paraguaya María Josefa Velasco y Yegros, siendo el menor de cinco hermanos.

Rodríguez de Francia se preparó como abogado y fue un político considerado como el principal ideólogo y dirigente en la gesta de la independencia paraguaya, posteriormente gobernó el país bajo un régimen dictatorial en sus primeros 26 años de vida autónoma de la Corona española, desde 1814 hasta el día de su muerte.

Podés leer: Héroes paraguayos: 11 figuras clave en tiempos de guerra

“Más allá de lo que realmente él fue, su figura fue creada por quienes lo narran. Hasta hoy, su personalidad es relatada por la historiografía y por la literatura cubierta de un velo misterioso, rodeada de adjetivos que hacen a un hombre de pocas palabras, honesto, firme, con mucha presencia”, indicó la profesora e historiadora Belén Cantero Fernández en conversación con La Nación/Nación Media.

Cuando se habla del nacimiento del Paraguay indefectiblemente se tiene que analizar los grandes obstáculos que significaron poder formar un Estado completamente independiente y que por sobre todo logre ser respetado por sus pares independientes y por la Corona española.

En este sentido, la historiadora explicó que inclusive el doctor Rodríguez de Francia tomó acciones en contra del poder bonaerense sobre el Estado paraguayo en gestación, momento en que inclusive tuvo una fuerte oposición local, integrada incluso por reconocidos próceres de la independencia nacional.

“Lo que no se puede negar es que se atrevió a aplicar medidas drásticas, necesarias según mi punto de vista, frente al poder colonial español para romper no solo con el poder político de este, sino también en gran medida con los privilegios sociales de la élite española”, remarcó Cantero.

Rodríguez de Francia fue reconocido por instaurar lo que fue denominada como la dictadura perpetua, ya que su gobierno duró hasta el día de su muerte, y durante su mandato las reformas educativas, así como las económicas y políticas buscaban más bien fortalecer su régimen político centralizado, donde los sectores más vulnerables quedaron rezagados.

Sin embargo, en el imaginario colectivo la imagen paternalista que demostraba defendiendo de manera tenaz al pueblo paraguayo frente a cualquier tipo de amenaza o injusticia externa o interna hizo que de alguna manera se haya ganado la confianza del pueblo y su imagen se consolide como un líder confiable en medio de una considerada reciente independencia.

Es importante en este punto acotar que, al analizar a las figuras históricas, debemos hacerlo en su contexto histórico; el juicio que no tiene en cuenta esto no es sensato y no nos sirve, es más, ninguna voluntad individual basta por sí sola para hacer historia, remarcó Cantero a La Nación.

“Algo que se puede resaltar como positivo de su liderazgo y que es casi un consenso en la historiografía es su poco apego al enriquecimiento particular. El uso moderado o austero del dinero público para fines personales; este es un aspecto que lastimosamente estamos lejos de ver hoy reflejado en la práctica política paraguaya”, dijo la historiadora.

En cuanto al legado de Rodríguez de Francia, hay que remarcar que los acontecimientos que le siguen a su gobierno, como la presidencia de los López y la Guerra contra la Triple Alianza, no permiten hablar de un continuismo de su proyecto de autonomía económica, o lo relativo al autoabastecimiento o la autarquía, ya que tras estos hechos el Paraguay ya se vio absolutamente sometido al mercado mundial.

• José Gaspar Rodríguez de Francia es considerado como el principal ideólogo y dirigente en la gesta de la independencia paraguaya.
• Fue reconocido por instaurar lo que fue denominada como la dictadura perpetua, ya que su gobernó el país hasta el día de su muerte.
• Tomó acciones en contra del poder bonaerense sobre el Estado paraguayo en gestación.

Lea También: Serafina Dávalos, una paraguaya de ley