El vértigo es un trastorno del sentido del equilibrio caracterizado por una sensación ilusoria de movimientos, donde el paciente siente que gira o que las cosas giran a su alrededor. Las causas del vértigo pueden ser periféricas o centrales, siendo las periféricas las más frecuentes. Entre las causas periféricas, destaca el vértigo posicional paroxístico, que suele afectar a personas de mediana edad y se desencadena por cambios en la posición de la cabeza al acostarse.
La jefa del Departamento de Neurología Adulto, Prof. Dra. Martha Sady Galeano, explica sus causas y cómo se diferencia de otras sensaciones similares. “Esto llama la atención de los pacientes porque, al acostarse, experimentan el vértigo”, explicó.
Los síntomas incluyen náuseas y vómitos, y aunque dura aproximadamente una hora, el tratamiento es sintomático y suele incluir rehabilitación vestibular. La causa principal es un problema con las otoconias, estructuras en el oído interno.
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Otro tipo de vértigo es la laberintitis aguda, que puede aparecer tras una infección viral como la influenza o la parotiditis. Estos casos son graves y pueden incapacitar al paciente durante varios días debido a la intensidad del vértigo y los vómitos.
La neuróloga señala también que, el vértigo puede ser el primer síntoma de un ACV, especialmente si se origina en el tronco cerebral. Por eso, es crucial una evaluación clínica exhaustiva que incluya la historia clínica y un examen neurológico para determinar el diagnóstico adecuado.
La profesional insta a las personas que experimenten episodios frecuentes de vértigo o mareo a consultar con un neurólogo o un clínico. En casos graves, se debe acudir a urgencias para ser evaluado y, si es necesario, derivado al Departamento de Neurología para una evaluación más detallada.