En los días de bajas temperaturas pareciera que los dolores se agudizan, ya sean en caso de heridas, golpes y sobre todo las articulaciones. De hecho, existe una falsa creencia de que el frío es causante de los dolores articulares, cuando en realidad, el frío solo incide en la percepción o en la sensación de dolor sobre quienes padecen algún problema articular, según explican desde la Fundación Corachán.
La percepción del dolor aumenta con las bajas temperaturas porque los músculos y tendones se contraen ante el cambio en la presión atmosférica, produciendo rigidez en las articulaciones y, por ende, dolor al moverlas. Es decir, el frío y la humedad hacen que los músculos estén más contraídos y entumecidos, lo que provoca más contracturas y dolencias.
Generalmente, ocurre esto entre las personas que tienen problemas de artritis, bursitis, dolor muscular, esguinces, fracturas, gota, osteomielitis, tendinitis entre otras enfermedades de base. La intensidad puede presentarse desde baja, moderada a intensa, la que puede requerir, inclusive reposo.
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Sin embargo, si bien el reposo puede servir mientras duele mucho, pero la realidad es que el sedentarismo es el factor que perpetúa los dolores, por lo que, los especialistas recomiendan estar siempre en movimiento en los días fríos para reducir el impacto. Por ejemplo, caminar, hacer estiramientos, correr y mantener una actividad física activa.
Asimismo, es importante un buen descanso, mantener una buena postura al caminar, al estar sentado o acostado, sumado a la buena alimentación, que sea balanceada, además de seguir el tratamiento médico para el origen del problema en las articulaciones.
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