El diálogo interno es hablarse a uno mismo. Lo recomendable es hacerlo de manera positiva, con compasión, con amabilidad, así como lo haríamos cuando nos dirigimos a una persona que amamos.

Según la psicología, amarse y aceptarse a uno mismo es tener una autoestima saludable. El amor propio ayuda a las personas a ir por la vida con seguridad, porque no tiene nada que ocultar, nada que aparentar.

Uno de los aspectos de la autoestima sana es el diálogo interno positivo, que ayuda a enfocarse en las fortalezas y no en las debilidades. Es así que beneficios del diálogo interno positivo son:

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Seamos honestos: la vida es difícil a veces y, recurrentemente, nuestros pensamientos y el diálogo interno negativo pueden hacer que las cosas sean más difíciles de lo que deberían ser. Cuando esto sucede, dice el Dr. Gilliland, no estamos mirando las cosas desde una perspectiva justa.

El diálogo interno positivo nos ayuda a dar un paso atrás y ver la imagen completa, que es un componente fundamental cuando se atraviesan momentos difíciles.

“Algunas personas tienden a pensar en blanco y negro: todo es bueno o malo. Cuando trabajamos en nuestro diálogo interno, podemos ver el gris en las situaciones. A veces hay muchas cosas malas y buenas, pero esta flexibilidad permite a las personas acceder a sus estrategias de afrontamiento y encontrar lo que les funciona”.

El diálogo interno positivo no solo afecta nuestro propio bienestar mental, emocional y físico. También puede afectar nuestras relaciones.

“Cuando somos capaces de ver lo bueno en nosotros mismos, podemos verlo en los demás. Tener un sentido completo de uno mismo y saber cuáles son nuestras fortalezas a menudo nos permite exponernos más fácilmente y nos abre a nuevas oportunidades de relación”, señala la especialista Whitney Goodman.

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Según la Dra. Judy Ho, el diálogo interno positivo (o como ella lo llama “diálogo interno equilibrado”) también ayuda a generar confianza y un mejor control sobre lo que sucede en tu vida.

En otras palabras, es menos probable que sientas que la vida te está pasando y más como si estuvieras en el asiento del conductor, que es un punto de vista mucho más poderoso.

Cuando el diálogo interno negativo está desenfrenado, eso generalmente hace que las personas quieran esconderse y aislarse, porque se sienten avergonzados o culpables, aunque es probable que este sea el momento en que más necesite el apoyo de los demás. El diálogo interno positivo tiene el efecto contrario.

“El aumento de la positividad o el diálogo interno equilibrado le facilitará mantenerse conectado con sus seres queridos y las personas que lo apoyan”, aconseja la Dra. Ho. Tener ese sentido de comunidad, conexión y apoyo emocional hace que sea más fácil para las personas navegar situaciones difíciles.