El éxito del abordaje de la obesidad no reside solo en alcanzar un número en una báscula, sino implica muchas otras cosas más. Para lograr una pérdida de peso saludable y sostenida, lo ideal es mejorar la composición corporal, según indican los estudios.
El tratamiento adecuado de la obesidad y sus buenos resultados a largo plazo solo pueden conseguirse si se produce una mejoría de la composición corporal, caracterizada por la pérdida de grasa corporal y el mantenimiento de la masa muscular, según explicaron expertos en el marco del XIX Congreso de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO).
Durante la presentación, se dio especial relevancia de la preservación de la masa muscular para abordar la obesidad; y, entre otros aspectos, se ha llamado la atención sobre la necesidad de evitar trastornos tales como la sarcopenia (disminución de la masa y función muscular).
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La masa muscular es necesaria para la movilidad, la fuerza y el equilibrio, factores determinantes para la calidad de vida. Además, posee un rol metabólico activo necesario para un metabolismo saludable, algo fundamental para prevenir la recuperación de peso.
“Mejorar la composición corporal es esencial para lograr un cambio de peso saludable y sostenible. Esto puede lograrse mediante una intervención multidisciplinar basada en una dieta cetogénica muy baja en calorías (very low-calorie ketogenic diet, VLCKD)”, señaló el profesor Emérito de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), el doctor Felipe Casanueva.
Los expertos han destacado que los beneficios de la intervención nutricional cetogénica baja en grasas van más allá, logrando incluso en algunas personas con diabetes mellitus tipo 2 revertir esta enfermedad.
“El exceso de tejido adiposo está asociado con el desarrollo y progresión de la DM2, y la pérdida de grasa corporal mejora el control glucémico en la mayoría de los pacientes”, sostuvo la endocrinóloga y diabetóloga, investigadora y asesora científica Daniela Sofrà.
La obesidad es actualmente considerada como una enfermedad multifactorial, crónica y recidivante, “que es especialmente compleja debido a la variedad de factores que contribuyen a su desarrollo y mantenimiento”.
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Sostienen que el enfoque multidisciplinar es parte imprescindible del tratamiento integral del paciente que vive con obesidad para obtener resultados positivos en la prevención y el abordaje de la enfermedad y sus comorbilidades asociadas.
Esto se puede lograr mediante cambios en el estilo de vida, como la educación nutricional, la incorporación de actividad física y el cuidado de los aspectos psico-emocionales, sostienen los expertos.
Fuente: Con texto de Europa Press