Sin lugar a dudas, cuando entramos a la cocina para preparar alimentos y más aún si se trata de nuestros platillos favoritos deseamos que todo nos salga perfecto y de esa manera sorprender a toda la familia, o simplemente para mimarnos nosotros mismos.
Si hablamos de nuestra comida favorita, más de uno coincidirá en que la sopa paraguaya es una de las guarniciones más deliciosas que tenemos en nuestro país y pertenece a una de las tantas comidas típicas con las que cuenta Paraguay.
Además es muy popular en todo el mundo, ya que la mayoría de los extranjeros que llegan a tierra guaraní desean probar la “sopa sólida” de la que todos hablan.
La sopa paraguaya, como bien sabemos, está hecha a base de harina de maíz, leche, grasa animal o vegetal (dependiendo del gusto de cada uno), sal, cebolla, huevos y una buena cantidad de queso Paraguay.
Sin embargo, no basta con mezclar todos estos ingredientes, ya que lo que se busca es que no quede muy seca y por sobre todo, que sea esponjosa. Para lograr esto, el consejo de los expertos es utilizar la cantidad justa de todos los productos.
Un buen batido y el toque secreto
Una vez que tengamos nuestra mezcla hecha, lo que recomiendan nuestras abuelas es batirla muy rápidamente y de ser posible con las manos (siempre con un buen lavado previo), ellas mencionan que este es el secreto para que una vez horneada la sopa logre la consistencia perfecta y quede en su punto.
Pero hay personas que utilizan un ingrediente más, que según ellas, hace que la sopa quede bien esponjosa, similar a un bizcochuelo y es un chorro de soda o una cucharadita de bicarbonato de sodio, obviamente esto ya es opcional. Lo cierto y lo concreto es que esta comida típica queda deliciosa en todas sus presentaciones.