La exposición a altos niveles de ruido ambiental tiene diversos efectos nocivos sobre la salud la molestia severa, los trastornos del sueño y las enfermedades coronarias, apuntan desde la Sociedad Española de Acústica (SEA).
La molestia no es una patología en sí misma, pero produce en las personas que la sufren estados de ánimo de estrés y ansiedad que pueden desembocar en afecciones psíquicas y fisiológicas. Las alteraciones del sueño son los efectos más habituales, y provocan en las personas que las padecen cansancio, irritabilidad e insomnio crónico.
Las patologías coronarias asociadas a la exposición al ruido son, según los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, las causantes de 48.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica y 12.000 muertes prematuras cada año en Europa.
Los numerosos estudios epidemiológicos realizados permiten predecir el porcentaje de personas afectadas por el ruido en un determinado entorno, que siempre es superior cuanto más elevado es el nivel sonoro al que las personas están expuestas.
Basada en estas predicciones, la Organización Mundial de la Salud ha publicado unas recomendaciones de niveles sonoros máximos para mantener el número de personas afectadas en unos porcentajes bajos.
El problema es más grave dado que, en muchas zonas de las ciudades, se incumplen los citados Objetivos de Calidad Acústica, con lo que la probabilidad de padecer estos trastornos aumenta considerablemente, incluidas las patologías coronarias anteriormente citadas.
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Fuente: Europa Press