El calcio es un mineral fundamental que el cuerpo necesita para formar y mantener los huesos fuertes y llevar a cabo muchas funciones importantes. La principal vía para ingerirlo es la dieta. Lejos de lo que se cree, los lácteos no son la única fuente ni la más abundante de este mineral: conocé en qué alimentos se puede encontrar.
La leche, el yogur y el queso y los lácteos, en general, son las principales fuentes de calcio recomendadas. Sin embargo, algunos pescados, como la sardina y salmón con espinas también contienen este mineral. Lo mismo sucede con ciertas verduras como la col rizada, el brócoli y el repollo, que también se destacan por su riqueza en este mineral.
No obstante, entre los alimentos verdes repletos de calcio, las algas marinas son consideradas como la fuente de calcio por excelencia. Según estudios nutricionales, tienen 1.300 miligramos de calcio por 100 gramos de alga, muy populares en los platos de gastronomía oriental. Además, son ricas en magnesio y hierro, ideal para añadir a la dieta y combatir la anemia.
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La recomendación principal es mezclar, en una dieta variada y equilibrada, los lácteos y vegetales para obtener la dosis de calcio que el cuerpo necesita. Los requerimientos diarios de este mineral no son iguales para todas las personas y dependen del sexo y la edad, por lo que la guía de un profesional de la salud o la nutrición es fundamental para ingerir la cantidad necesaria.
Los bajos niveles de calcio en el organismo se pueden hacer visibles a través de la piel seca y uñas que se rompen fácilmente, calambres musculares, espasmos y rigidez, latido irregular del corazón (arritmia) y más, aunque solo un profesional de la salud puede diagnosticar la deficiencia.
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