Los beneficios de hacer ejercicio en días de lluvia o mucha humedad, cualquiera sea la actividad, son mayores que las excusas, según estudios. Se trata únicamente de ser estratégicos en el entrenamiento y dejar atrás la pereza para aprovechar todas las ventajas de mantenerse activos, incluso en los días grises.
Si bien no hay mucha investigación científica acerca de hacer ejercicio con un clima más hostil, todo parece indicar que se pueden obtener varios beneficios. Por ejemplo, al realizar trotes o caminatas al aire libre en días lluviosos, se debe agudizar la agilidad y concentración, así como el desarrollo de la fuerza y el equilibrio. Así se ponen a prueba músculos que normalmente no se utilizan, según estudios de fisioterapia.
Lejos de lo que la gente cree, hacer ejercicio en días de lluvia no aumenta las probabilidades de resfriarse. Por el contrario, hay evidencia de que el ejercicio de intensidad moderada, ya sea bajo la lluvia o en días de sol, fortalece el sistema inmunológico.
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A la par de los beneficios, hacer ejercicios en un ambiente húmedo requiere de más cuidados. Se recomienda vestirse en capas para mantenerse abrigado y seco. Se puede utilizar como base prendas que absorban la humedad para ayudar a que el sudor se evapore y no se generen otras complicaciones por el exceso de humedad en el cuerpo y el ambiente.
A pesar del clima fresco, no se debe descuidar la hidratación. Se necesita recuperar con el consumo de líquidos, sobre todo de agua, todo lo que el cuerpo está perdiendo a través del sudor de la actividad física. Es crucial asegurarse de hidratarse antes, durante y después de hacer ejercicio, al igual que se haría en un clima más seco.
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