El secreto detrás de un cerebro saludable y la buena memoria es el consumo de las verduras de hojas verdes. Ya sean las lechugas, espinacas o rúculas, estos vegetales contienen nutrientes que potencian las funciones cognitivas y, a la par, protegen al cerebro de las enfermedades neurodegenerativas.

Según una investigación elaborada por la Facultad de Medicina de Harvard, verduras como la espinaca, los berros, las acelgas y otras similares son ricas en antioxidantes esenciales, que mejoran la memoria y la concentración. En su composición nutricional se destaca principalmente la luteína, el compuesto que mejora tanto la función como la estructura cerebral.

Lo mismo sucede con el folato o vitamina B9, que también está presente en las verduras de hojas verdes y se encarga de mantener los neurotransmisores, influyendo directamente en el estado de ánimo y salud psicológica. Estos vegetales son además una excelente fuente de betacaroteno, el nutriente capaz de impactar significativamente en la memoria verbal y cognitiva.

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Ya sea la lechuga o la espinaca, todas las verduras de hojas verdes tienen en común su contribución con el proceso digestivo, atendiendo su alto contenido de fibra, que estimula el tránsito intestinal y ayuda a lograr saciedad.

La principal recomendación es incluir una variedad de verduras de hojas verdes en la dieta, que pueden ser clave para mantener un cerebro saludable y una mente en forma. Más allá de los consejos, siempre es importante acudir con un profesional de la salud o nutricionista antes de incluir cualquier alimento a la dieta.

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