Los perros pueden ser muy protectores con su entorno, especialmente si está involucrado su amo o cuidador. Siempre se muestran alertas y, en ocasiones, pueden ladrar incluso sin motivo aparente. ¿Cuál es la razón detrás de este comportamiento? La psicología canina tiene la respuesta.

Para explicar el actuar inusual de los perros, se debe entender que el ladrido de un animal no solo se da en señal de alerta, sino que también es una manera de expresar la falta de cariño, soledad u otros motivos, según reveló un estudio de psicología canina, que fue elaborada por la especialista Eduarda Piamore y replicado por la prensa internacional.

Especialmente cuando son cachorros, los canes pueden tener un “comportamiento exploratorio” a la hora de ladrar y se deberá tener en cuenta el entorno donde vive y cómo se relaciona con los humanos a la hora de sacar conclusiones. Muchas veces, los animales pueden estar respondiendo a estímulos específicos, que pasan desapercibidos para sus cuidadores.

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Aunque puedan no tener motivo aparente, los ladridos pueden ser sinónimos de estrés, soledad y entusiasmo, siendo cada uno diferente, pero todos con la intención de expresar una necesidad. Para los cuidadores, lo importante es prestar atención a cuál emoción puede estar expresando el can con sus ladridos, más allá de la señal de alerta.

Dejando de lado los comportamientos inusuales, convivir con un perro verdaderamente puede transformar la dinámica del hogar. Existe una conexión única entre los canes y sus dueños, que está basada en aspectos como la compañía, el amor, el cariño y la alegría y puede aportar beneficios para ambas partes.

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