Pensando en tener una alimentación saludable, se recomienda consumir al menos dos frutas al día. La manzana no solo es una de las alternativas más prácticas y ricas, sino que también tiene una gran cantidad de nutrientes necesarios para el organismo, que muchas veces no se tienen en cuenta.
Según estudios nutricionales, la manzana es rica en compuestos antioxidantes como los carotenoides y flavonoides, capaces de combatir los radicales libres y, por ende, el envejecimiento. La fruta tiene además importantes cantidades de fibras, entre ellas, la pectina, que prolonga la sensación de saciedad y estimula la digestión.
La manzana se destaca por su alto contenido en vitamina C y E, además de minerales como el potasio y fósforo. Contiene igualmente boro, un mineral poco conocido que facilita la absorción del calcio y el magnesio, por lo que la fruta contribuye a prevenir la osteoporosis y a mantener la salud de los intestinos, el sistema cardiovascular e inmunológico.
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Otro de sus puntos a favor es el bajo nivel calórico que tiene la manzana y, por este motivo, es considerada una de las mejores opciones para picotear entre comidas o tener un snack saludable. Una porción mediana contiene solo unas 95 calorías, con 4,4 gramos de fibra y un alto contenido de agua.
Más allá de los beneficios de la manzana, siempre es importante acudir con un profesional de la nutrición antes de introducir cualquier alimento a la dieta. Lo ideal es elaborar un plan de alimentación acorde con las necesidades y exigencias particulares.